Hubo un tiempo no muy lejano en el que el Málaga CF campaba a sus anchas por La Rosaleda. Doblegaba a sus rivales con relativa comodidad, vencía con solvencia y minimizaba a los enemigos de manera casi tiránica. Fue a comienzos de curso, cuando el conjunto blanquiazul encadenó la magnífica racha de siete victorias consecutivas en Martiricos. De hecho, sólo llegó a encajar un tanto en tan notable camino, obra del Albacete de penalti. Pero el Granada, hace casi una vuelta, mancilló el coso blanquiazul con un triunfo inapelable. Y posiblemente ya nada volvió a ser lo mismo.

En lo que va de 2019, el Málaga ha sufrido en casa más reveses que alegrías. Sólo ha conseguido un triunfo, con remontada incluida, ante el Lugo. El resto han sido derrotas y empates, que siendo en La Rosaleda son un bagaje bastante pobre. En ese Málaga CF resultadista, chirrían estos números en los que sólo hay un triunfo de seis duelos, con tres empates y dos derrotas -ante el Reus y Osasuna-.

Ahora, sin embargo, el equipo de Muñiz apela de nuevo a su mejor versión en casa, a rememorar esa sensación de equipo inaccesible cuando juega de local. La necesita el Málaga CF para salir de su atolladero. Y es que tras ganar al Nástic de Tarragona y tras disputar dos partidos consecutivos a domicilio, el conjunto blanquiazul necesita darle continuidad a su calendario con victorias. Conseguir otro triunfo que le sirva para despegar en la clasificación y llegar también con la moral por las nubes a la «final» con el Granada.

El Málaga CF en casa se ha mostrado en las últimas jornadas menos fiable, más timorato e impreciso. Básicamente ha mostrado los mismos rasgos que si jugara fuera, aunque lejos de Martiricos ha valido para puntuar y para llevar una magnífica racha -no pierde desde el 25 de noviembre, en Almendralejo-.

Necesita sumar a La Rosaleda a la ecuación por el ascenso porque los puntos en casa son más sabrosos. Y el primer escollo es este viernes ante el Sporting. Pero habrá muchos más de aquí al final. Extremadura, Mallorca, Oviedo, Zaragoza y Elche son las batallas que aún quedan por librarse en casa.

El apoyo, crece

Y pese a que los resultados no han venido acompañando en las últimas semanas, sí ha incrementado el apoyo desde la grada. El último partido, ante Osasuna, tuvo una magnífica entrada pese a ser lunes (22.692 espectadores). Y de hecho, en las tres últimas tres jornadas de local, el Málaga CF ha incrementado su afluencia a La Rosaleda con más 2.500 aficionados por partido.

El Málaga CF es el club que más partidos ha disputado fuera del fin de semana -sábado o domingo- como local. Lo que no quita que sea el tercer equipo que más afluencia tiene en la Liga 123.

Para la cita ante el Sporting se espera de nuevo que registre una buena entrada. Y es que el Málaga CF comienza a jugar los momentos decisivo de la temporada y el malaguismo suele responder en estas citas.