La derrota en Granada por sí sola no va a evitar que el Málaga CF luche por el ascenso a Primera División, pero sí es la recreación de un equipo enfermo que viene desangrándose desde hace tiempo y que ofrece unos síntomas inequívocos de que está en plena recesión. Por todo ello, y pese a que el conjunto de Muñiz aún está cuarto clasificado, las opciones de ascenso se han vuelto más complejas que nunca, y no sólo las de la vía directa, que ahora ya están a tres partidos -seis puntos, aunque son siete con el average-, sino porque la zona noble se ha apretado cada vez más y los blanquiazules siguen flaqueando.

El Málaga CF, desde hace semanas, proyecta una imagen gris. Sin fútbol, sin claridad de ideas, sin frescura en sus piernas y sin convicción en sus acciones, el conjunto blanquiazul amasa una racha impropia de un aspirante al ascenso. Es más, con sus últimos dígitos pelearía por la permanencia con dificultad. Le cuesta un mundo marcar y últimamente tampoco cierra su portería. Puede ganar, como lo hizo en Tarragona, pero con unos criterios alejados de un equipo que busca el triunfo como primera necesidad.

Fruto de todo ello es el desencanto generalizado. La afición, que acudió en masa a Granada en una demostración de fuerza casi inigualable en la categoría, se volvió de tierras nazaríes hastiada y decepcionada. Su equipo no transmite y tras el varapalo de Córdoba volvió a sufrir otro revés en su línea de flotación.

El mensaje tampoco ayuda. Muñiz lo repite una y otra vez en cada comparecencia pública, pero ya no hay reciprocidad del receptor. Y la figura del míster está cada vez más en entredicho y no sólo por la puesta en escena blanquiazul.

Además de las sensaciones sobre el césped, que son el fiel reflejo de un equipo en decadencia, los números son horribles. Con sólo dos victorias en las últimas once jornadas, la caída libre es evidente. Es la peor racha de Segunda junto a Lugo, Córdoba, Nástic y Alcorcón. Sólo un triunfo en siete partidos.

El ascenso directo ya está a seis puntos más el average. El Albacete, que ganó ayer al Alcorcón, sigue tercero pero ahora a cinco puntos. Aún habrá que ir al Carlos Belmonte, aunque parece más un castigo que una oportunidad para recortar. Y el problema llega por abajo. Porque el Cádiz, que juega esta noche en el Carranza ante el Zaragoza, si gana deja la distancia con el séptimo en un punto. Y el Málaga aún tiene que ir a la Tacita de Plata y recibir al Mallorca.

En definitiva, que la dinámica, el calendario y las sensaciones invitan poco al optimismo. Por ello, el próximo encuentro ante el Extremadura en La Rosaleda debe ser fundamental para reaccionar y para cambiar, aunque sea, la mala racha de resultados.

Pasar página

La plantilla blanquiazul tampoco proyecta una imagen favorable. La juventud, la falta de identidad o los nuevos tiempos alejan a los jugadores de la grada. Ahora, muchos, se expresan por redes sociales, aunque algunos esperaron casi 24 horas para mostrar su agradecimiento a la afición desplazada, lamentar la derrota e intentar ya pensar en el próximo compromiso. «Gracias afición por darnos vuestro aliento a pesar de la derrota. Seguimos trabajando para conseguir el objetivo que todos deseamos!», expresó Javier Ontiveros. «Gracias a todos los malaguistas que se desplazaron, no pudimos llevarnos los tres puntos, pero lucharemos hasta el final por este escudo y afición!!», apuntó Mula. «Sin querer vender humo, no hay excusa, pero en los momentos más difíciles es donde se ve el fondo de cada uno y lo que está dispuesto a dar. Ahora, unidos y fuertes para superarlo todo. Y si, más no se puede pedir a la afición. Nunca podré compensar lo que me hacéis sentir», dijo Cifu. «Siempre mirando al frente lucharemos hasta el final», comentó Blanco Leschuk.