Tres meses sin ganar en casa son demasiados para un equipo que pretende ascender. El Málaga cayó en La Rosaleda ante el Extremadura, un rival que lucha por no bajar a Segunda B, y se aleja aún más del ascenso directo y pone en peligro su plaza entre los seis primeros clasificados. La afición terminó de explotar contra jugadores, el entrenador y la propiedad tras otro encuentro en el que los de Muñiz, más que cuestionado ya, demostraron que van cuesta abajo y sin frenos en dirección contraria a Primera División. Así será misión imposible lograr el obetivo.

En un día en el que el Málaga no podía volver a fallar en su feudo, dio otro paso atrás gigantesco. Es cierto que salió decidido a por el partido, con más ímpetu que otros días, pero de nuevo las ocasiones no llegaban. Los centrocampistas no llegaban desde atrás y Blanco Leschuk tuvo que hacer de nuevo la batalla por su cuenta en el primer acto. Prueba de ello fue una jugada en el ecuador de la primera mitad donde el argentino cayó a banda, centró al área y no había ni un solo jugador blanquiazul que llegara al remate€ En casa y con necesidad imperiosa de ganar.

Los de Muñiz eran dueños del partido y cada vez cercaban más la portería rival, aunque sin excesivo peligro, pero cuando mejor estaban llegó el tanto visitante que puso muy cuesta arriba el partido. En un saque perfecto de falta al corazón del área, Lolo se adelantó a Munir en una salida por alto nefasta e hizo el 0-1. De nuevo tocaba remar por detrás en el marcador, con un Extremadura que empezó a creérselo y con una afición costasoleña impaciente que ya no pasaba ni una a sus jugadores. Y así, con una sonora pitada para los blanquiazules, se llegó al término de los primeros 45 minutos.

Harper salió tras el descanso, y cuando juegas con dos puntas, las opciones de generar peligro en los centros laterales suben notablemente. Y así no tardó el Málaga ni cinco minutos en igualar el choque. Envío al área de Cifu que tocó Harper en el segundo palo y Blanco Leschuk remachó para igualar el partido.

Volvió de nuevo el equipo blanquizal a comandar el encuentro y subir líneas en busca de la remontada, parecía imposible que este partido se le escapara al Málaga ante un rival cada vez más aculado, pero de nuevo a balón parado llegó el segundo y definitivo mazazo para la parroquia local. A 15 minutos del final, Pardo cazó un rechace dentro del área tras otro saque de faltas y soltó un zapatazo al que nada pudo hacer Munir. Terminó de explotar La Rosaleda contra todos los estamentos del club. Batacazo y esperar qué ocurrirá en las próximas horas con Muñiz€ Así es imposible.

La derrota deja al Málaga todavía cuarto con 55 puntos, pero puede verse esta jornada incluso fuera de puestos de play off de ascenso si sus perseguidores logran la victoria. Las oportunidades se le acaban a un equipo que cada día trasmite peores sensaciones. Próxima estación: Alcorcón.