El Málaga CF salta a La Rosaleda como un funambulista lo hace en el circo. Danzará sobre una delgada cuerda, donde si cumple con éxito sus cabriolas y se pone por delante relativamente pronto ante el Extremadura UD, todo irá como la seda. Pero si cae en su puesta en escena, si no consigue agradar y, ni mucho menos ganar, las consecuencias pueden comenzar a ser demoledoras ya que no tiene red. Esta misma jornada el conjunto de Muñiz podría incluso salir de los puestos de play off y será difícil digerir una nueva derrota, en casa y ante un rival claramente inferior. Una presión añadida a la batalla por el ascenso, en la que de momento se le están viendo las costuras al conjunto blanquiazul.

El Málaga CF tiene hoy una cita mucho más importante de lo que aparentemente puede parecer y el rival puede reflejar. Porque el conjunto de Muñiz no sólo se mida ante los extremeños, lo hace contra sí mismo y contra sus propios miedos. Muchos temen que la caída libre malaguista no ha llegado a su fin y que puede seguir hasta perderse en la clasificación. A todo ello debe poner freno hoy el Málaga CF, que no tendrá tampoco enfrente a un rival cómodo.

Y es que el Extremadura, pese a ser un equipo que está luchando por la permanencia en la Liga 123, está plantando batalla. Ya lo sufrió Osasuna hace unas jornadas y también el Albacete. Ambos en su feudo, porque en casa el equipo azulgrana incluso está ganando.

La cuestión es que el equipo que dirige Manuel Mosquera es incómodo y va a poner las cosas complicadas. No vienen de comparsa y contarán con el apoyo de unos 400 extremeños en la grada. Alicientes suficientes como para encender las alarmas y no dar por ganado un partido sólo por la situación que ambos equipos tienen en la clasificación actual.

Pero el Málaga CF está obligado a ganar. A estas alturas no debe de haber ninguna duda al respecto. Y pese a la derrota del pasado fin de semana en Granada, hoy debe haber una reconciliación en clave blanquiazul. Porque el Málaga CF lleva sin ganar en casa desde el 19 de enero. No le regala una alegría a su afición desde hace tres meses, lo que supone demasiados sinsabores en la relación equipo-grada.

Y si el Málaga CF quiere ascender, ya sea por vía directa o por el play off, tiene que ganar este tipo de partidos. Que lo haga con convicción o no ya será otra cuestión, a analizar desde la tranquilidad de la victoria. Pero ésta debe ser innegociable en un día que se espera una buena entrada, con el Día del Niño y en vísperas de la Semana Santa.

Para la cita Muñiz ya perdió a tres pilares la jornada pasada en Granada. Efectivamente no estarán ni N'Diaye ni Alejo ni Ricca. Pero ha podido recuperar estos días a Erik Morán y Harper, además de Diego González tras cumplir sanción. También ha recuperado para la causa a Hicham, que comenzaba a recuperar sensaciones en el filial. E incluso Boulahroud. Se ha quedado fuera por decisión técnica Seleznov, del que ya se espera poco. Y sigue de baja Pacheco.

19 jugadores para un partido clave, por lo que deberá hacer un descarte horas antes del choque. Hoy está prohibido fallar.