El Málaga sigue con su buena racha lejos de Martiricos. Una pena que el buen trabajo a domicilio no se esté viendo recompensado con buenas actuaciones en La Rosaleda, donde el equipo blanquiazul se jugará buena parte de sus opciones de ascenso en este último mes de competición. El conjunto dirigido por Víctor Sánchez del Amo tenía la difícil tarea de salir vivo del Ramón de Carranza, donde el Cádiz no perdía desde septiembre, y lo consiguió. Sumó un punto que no le sirve para mantenerse en puestos de play off, pero que le deja dependiendo de sí mismo en estas últimas cinco jornadas de competición y además le hace ganar el average particular frente a los gaditanos, que le aventajan en dos puntos.

El objetivo del ascenso directo es ya una quimera, y el de lograr plaza entre los seis primeros se ha quedado a un punto, no obstante, las opciones están intactas y el equipo costasoleño tiene en su mano alcanzar plaza de play off. El encuentro frente al Reus, donde el Málaga sumará tres puntos sin jugar, y los tres partidos en casa deben ser suficientes para que los albiuazules puedan luchar en las eliminatorias por regresar a Primera División.

Se las prometía muy felices el Málaga cuando N'Diaye adelantó al equipo a los siete minutos de partido. A la contra, como nunca antes esta temporada, conseguían poner de cara el choque en los primeros compases. Tras un córner a favor de los gaditanos, sacado en corto de forma defectuosa, el conjunto blanquiazul montó una contra letal que terminó con el 0-1 en el marcador. Con dos jugadores descolgados en el saque de esquina, más los que salieron como balas desde atrás, se formó un contragolpe en superioridad que terminó con el tanto del senegalés tras un rechace de Cifuentes a tiro de Renato.

El Málaga no sufría demasiado, era dominador del esférico y parecía tener la situación controlada, pero a balón parado llegó el empate a los 23 minutos de juego. Uno de los peligros de los gaditanos son las jugadas de estrategia, con un Aketxe que tiene una zurda privilegiada, y así llegó el gol. Falta dudosa en la frontal de Keidi que señaló el colegiado, muy casero, y el ex del Athletic Club la clavó de forma directa sin que nada pudiera hacer Munir. Partido nuevo en el ecuador de la primera mitad.

Un gol para cada equipo y partido que no varió un ápice. Fue el Málaga el que llevó la iniciativa en el juego mientras el Cádiz esperaba bien plantado para robar y salir con la velocidad de sus extremos. Pero ese dominio del esférico no fructificó en más ocasiones de peligro en todo el primer acto.

El partido bajó de revoluciones tras el paso por vestuarios. Ambos equipos sabían lo que se jugaban y empezaban a tomar menos riesgos con el empate en el marcador, que no era gran cosa pero tampoco un mal resultado para ninguno de los dos en un duelo directo que podía marcar el final de temporada. Mientras tanto, Gorostegui Fernández-Ortega seguía machacando a faltas a los costasoleños cada vez que un rival caía al suelo. Fue un martillo pilón constante.

Seguía avanzando el choque y cada vez las reservas eran mayores con dos equipos cansados que cada vez veían mejor el punto. Jovanovic, por parte de los locales, y Adrián por el lado blanquiazul tuvieron las más claras del segundo acto, aparte del gol anulado a Jairo por claro fuera de juego, pero la falta de puntería y una gran intervención de Cifuentes evitaron que el marcador se moviera más. Reparto de puntos y a otra cosa.

Restan cinco finales, y pese a que los blanquiazules están fuera de los seis primeros puestos por primera vez en todo lo que va de campaña, todavía dependen de sí mismos para disputar el play off final por subir a Primera. Con el ascenso directo ya casi imposible, a nueve puntos más el average del segundo clasificado a falta de 15 por disputar, los de Víctor deben disputar cuatro finales, más el encuentro frente al Reus donde sumarán tres puntos sin jugar, como el resto de equipos, para meterse en la lucha por el ascenso. Esa victoria "gratis" y los enfrentamientos entre rivales directos -como el Dépor-Cádiz de la próxima semana- juegan a favor de los costasoleños, pero ya sin margen de error. El lunes próximo, sí, de nuevo en lunes, el Oviedo, octavo, visita La Rosaleda y ya los malagueños no podrán fallar de nuevo en su feudo ante otro equipo que lucha por subir. La temporada está en juego.