El Málaga no estuvo solo en Riazor. Pese a ser un encuentro disputado en miércoles y con la distancia de más de 1.100 kilómetros entre ciudades, 35 valientes cogieron carretera y manta en la madrugada del martes para llegar a tiempo a A Coruña para disfrutar y apoyar al conjunto blanquiazul en la ida de las semifinales del play off de ascenso frente al Deportivo de la Coruña, con final negativo para los intereses blanquiazules de cara al encuentro de vuelta en La Rosaleda (4-2).

Además de algún otro particular, como el ya conocido «chino malaguista», que llegaron a Riazor por otros medios, estos aficionados se dejaron notar en las horas previas al choque por las calles de A Coruña y una vez dentro siguieron alentando y celebrando los tantos del equipo blanquiazul, pese a ser una pequeña minoría con respecto resto del estadio coruñés.

Tras la conclusión del choque, estos fieles blanquiazules repitieron la ecuación pero en camino inverso, volvieron a montarse en el autobús para recorrer los 1.120 kilómetros que separan por carretera Málaga y A Coruña. Tienen previsto llegar a la capital de la Costa del Sol en torno al mediodía. En definitiva, dos noches durmiendo, el que pueda, en un autocar para ver a su equipo iniciar con derrota la lucha en estas eliminatorias por el ascenso. Malaguismo en vena.