El Málaga CF aprobó en su segunda jornada de LaLiga SmartBank. El buen hacer de los malaguistas hizo que el punto final supiese a poco, pero el equipo sigue evolucionando y Víctor contó ya con más jugadores profesionales que los que tuvo hace siete días en Santander.

Con esta nueva versión del conjunto blanquiazul, con más jugadores profesionales en el once inicial que a principio del verano parecían más fuera que dentro de los planes del técnico madrileño, el Málaga se mostró más eléctrico, más participativo y más peligroso que lo que fue en El Sardinero en la pasada jornada. En los primeros cinco minutos de encuentro, el ritmo de juego fue bastante alto por parte de los malaguistas. Dominaron, aunque sin llegar a concluir jugadas de claro peligro.

En torno a los diez minutos de choque llegó la primera ocasión malacitana en una acción combinada entre Cifu y Renato Santos. El lateral granadino cabalgó por la banda, se apoyó en Renato y volvió a conducir el balón hacia el área pequeña de Josep. Allí, Renato remató con la izquierda, pero finalmente el balón rebotó en la defensa canaria.

Poco después, en el minuto 15 de juego, Adrián tuvo en sus botas el 1-0. Tras un mal pase del guardameta de Las Palmas, los de Víctor recuperaron el esférico y Adrián, en el centro del área, falló el remate final y condujo la pelota hacia la derecha de la portería visitante.

Sobre el minuto 19, el VAR hizo su primera aparición en La Rosaleda. Ante un posible penalti sobre Adrián, el colegiado vasco Oscoz consultó la jugada con sus compañeros, pero no llegó a parar el juego para visualizar la jugada a pie de campo.

El Málaga mantuvo la presión durante los minutos siguientes. El único susto del conjunto dirigido por Pepe Mel llegó en el minuto 20 tras un disparo de Pedri. No obstante, el balón sobrepasó el larguero de Munir.

En la creación de ocasiones, los protagonistas en todo momento fueron Renato Santos, Cifu e incluso Adrián. Pero, del mismo modo, en los últimos metros se hacía patente la falta de un delantero centro puro, bien ubicado y con olfato para finalizar una acción en gol.

Con superioridad costasoleña, pero sin abrir el marcador, el colegiado pitó el final de la primera mitad de encuentro.

La segunda parte comenzó de la peor manera para el plantel de Víctor Sánchez del Amo. Escasos instantes después de la reanudación del encuentro, Mikel Villanueva cometió un error garrafal que sirvió el balón en bandeja a Las Palmas y sin defensas blanquiazules. Rubén Castro se dio cuenta que Munir estaba adelantado algunos metros y realizó un disparo de vaselina que acabó en el fondo de la red del guardameta marroquí. Un jarro de agua fría después de la buena dinámica de la primera mitad.

Después de unos minutos de imprecisión, el Málaga se repuso del golpe. En defensa, Munir sacó una mano providencial ante un disparo peligroso de Lemos y en ataque, después de un buen centro de Renato Santos, Adrián asustó a Josep con un remate de cabeza.

Con el marcador y el tiempo en contra, la afición de La Rosaleda rugió y alentó a los suyos. Ahí Cifu volvió a aparecer para lanzar un disparo con la zurda que despejó Josep de puños.

En las acciones ofensivas, los protagonistas seguían siendo Cifu, Renato y Adrián, también se sumaron jugadores como Juanpi, que culminó un gran encuentro, o Hugo Vallejo desde que ingresase en el verde en el minuto 56.

En una de esas intentonas, al ingresar en el área canaria Juanpi fue derribado por Aythami y el árbitro, tras varios chequeos, decretó penalti. Hubo agarrón, leve, pero lo hubo. Y Juanpi hizo muy bien el resto. La pena máxima fue lanzada por Adrián, que logró engañar al cancerbero rival para encajarle el esférico por la derecha.

Con el 1-1 en el marcador de La Rosaleda, los blanquiazules buscaron el segundo tanto en sendas ocasiones. Hugo Vallejo tuvo una después de un sombrero del vinotinto Juanpi, jugada en la que se podría haber vuelto a pitar penalti a favor del conjunto de Martiricos. En el 89, otra vez el venezolano generó peligro con un gran disparo que acabó rechazado de nuevo por el portero de Las Palmas, principal salvador del equipo de Pepe Mel en la noche de ayer.

Poco margen quedó para ambos conjuntos, marcados por el límite salarial que les impide inscribir a nuevos jugadores.

Sin brillo, pero aprovechando un momento de debilidad del Málaga, el conjunto insular rascó un punto de La Rosaleda. Los de Víctor, por su parte, mejoraron bastante la puesta en escena y fueron capaces de generar más ocasiones con respecto a la pasada jornada. Así, con dedicación y profesionalidad, el Málaga sigue luchando contra las adversidades. De momento, 4 puntos de 6 posibles.