Alfred N'Diaye dejó a última hora del viernes de ser jugador del Málaga CF. El centrocampista jugará las próximas tres temporadas con el Al-Shabab de Arabia Saudí, equipo que lo hizo oficial cerca de la medianoche en sus redes sociales.

El futbolista llevaba varios días en Riad tratando de cerrar una operación muy necesaria para la entidad de Martiricos, que tenía firmada la cesión de N'Diaye para este próximo curso, pero con unas condiciones económicas "inaguantables" para la actual situación de un Málaga, que libera 1.5 millones de euros de la ficha del jugador, además de los seis millones de euros estipulados en la cláusula de compra obligatoria firmada con el Villarreal para el próximo 30 de junio.

La operación se puede decir que es un éxito en lo económico, pero un desastre en lo deportivo, ya que el jugador africano era, seguramente, uno de los principales baluartes del plantel malaguista. Un jugador que incluso el entrenador Víctor Sánchez del Amo consideraba indiscutible para esta próxima temporada (su ausencia en el play off de ascenso de la pasada Liga fue clave para muchos para no conseguir el objetivo), pero que la realidad económica del club ha obligado a vender.

Hace unas semanas parecía que Getafe iba a ser el destino de N'Diaye, pero con el jugador incluso ya en tierras madrileñas, el Al-Shabab entró en escena y convenció a N'Diaye, al Villarreal y al propio Málaga, en una operación a cuatro bandas que desde la medianoche del viernes ya es una realidad.

El Málaga tiene ahora mayor margen económico, aunque está por ver si es suficiente para inscribir a los jugadores que están pendientes de tener vía libre de la liga para poder jugar, como el ariete japonés Shinji Okazaki o José Rodríguez.