La situación de Okazaki es el reflejo de la incompetencia del Málaga CF durante este mercado de fichajes, que finalizó esta pasada madrugada. El fichaje estrella de la temporada, el delantero japonés Shinji Okazaki, no pudo ser inscrito ayer y se quedó sin ficha. Ante la incapacidad del club por el límite salarial, el japonés puso todo de su parte para poder jugar en Málaga, incluso se ofreció a cobrar el salario mínimo de la categoría, unos 80.000 euros anuales, más de cuatro veces menos de lo que había firmado en su contrato. Pese a este esfuerzo de última hora, la normativa de LaLiga no permite este tipo de rebajas, al ajustar la rebaja en un 50% respecto a la temporada anterior, en la que estuvo vinculado al Leicester.

Ante esta imposibilidad, el club malagueño y los agentes del nipón rescindieron el contrato. Tras este revés, Okazaki ha querido despedirse en sus redes sociales de la afición malaguista y prometer que hará lo posible por volver "Si algún día tengo la oportunidad de jugar en el Málaga CF no lo dudaré". El japonés asegura que no se arrepiente de nada, "ya que el tiempo que he pasado con vosotros no lo olvidaré nunca", asegura en su publicación en Instagram.

En poco más de un mes, el japonés se ha ganado el cariño de la afición malaguista. Su camiseta ha sido una de las más vendidas en este inicio de temporada y ya es un símbolo del naufragio malaguista este verano. Y es el protagonista del himno malaguista del verano. Una canción creada por Francisco El Rumba para el delantero nipón que ha causado furor entre los aficionados blanquiazules. De hecho, la foto que acompaña es de la visita al vestuario malaguista del cantautor malaguista.