Solo hay que mirar la clasificación de LaLiga SmartBank y revivir las sensaciones que dejó el Málaga en El Alcoraz para cerciorarse del preocupante momento por el que está pasando la entidad de Martiricos. Hay margen de mejora y la temporada es larga como para poder reconducir la situación, pero el tiempo corre en contra y el equipo hace más de siete semanas que no consigue una victoria.

Era complicado que los líos extradeportivos en los que el club lleva sumido estos últimos meses no afectara al trabajo en el terreno de juego. Para empezar, cabe a recordar que en la plantilla solo hay 17 jugadores con fichas de profesional. Cada lesión, cada llamada de un jugador con su selección, cada sanción trastoca los planes del cuerpo técnico y obliga a tirar de cantera.

Con esta base, y a sabiendas de las complejidades con las que tienen que trabajar, todos esperaban que Víctor Sánchez del Amo y su equipo fuesen capaz de tirar del carro y ofrecer una versión competitiva y luchadora pese a las limitaciones manifiestas.

En estos diez primeros partidos, el balance blanquiazul es de solo una victoria, cinco empates y cuatro derrotas. Resultados que trasladan al conjunto hasta la zona baja de la tabla, empatado a ocho puntos con Racing, Deportivo y Mirandés.

Cuando Víctor aterrizó al conjunto blanquiazul allá por el mes de abril, comenzó lanzado con una importantísima victoria 1-4 en la cancha del Alcorcón con la que el club recuperó la moral. Después, su balance fue de cinco victorias, una derrota y un empate que afianzaron al equipo en puestos de play off. En cambio, el 4-2 de Riazor del primer choque de la liguilla sentenció la eliminatoria en favor de los de Coruña. Aunque no se logró el ascenso, club, jugadores y afición iban en la misma dirección: Víctor debía seguir al frente del buque malaguista de cara a esta campaña. Y así fue después de varias semanas de incertidumbre en la dirección deportiva del Málaga CF.

Pero ahora, sin jugadores como N’Diaye, Ricca, Gustavo Blanco o Javier Ontiveros en el plantel, el técnico madrileño no ha logrado optimizar los recursos de los que dispone y está cosechando los peores números desde su llegada a la capital costasoleña. Pero pese al rendimiento del equipo, a día de hoy su puesto no está en peligro. La situación económica del club no se podría permitir una destitución, con su correspondiente indemnización y el fichaje de un nuevo técnico.

Las nueve jornadas que Víctor Sánchez del Amo lleva sin ganar están cerca de entrar en el récord de peores rachas de los entrenadores del Málaga CF. La peor marcha la mantiene Manolo Hierro, en la temporada 2005/2006 estuvo desde la jornada 23 hasta la 38 sin conocer la victoria. Con tan solo 20 puntos en el casillero, el equipo malacitano acabó último en la tabla de Primera División y descendió a la categoría de plata. Justo después de aquello, comenzó la era de Fernando Sanz en la presidencia.

Los otros dos entrenadores que cuentan con estadísticas negativas son José González y Míchel. Ambos llegaron a encadenar diez jornadas consecutivas sin ganar, solo una menos de la que ya lleva Víctor. La mala racha de José González fue de la jornada 20 a la 29 de ka temporada 17/18, mientras que la de Míchel fue justo en el inicio liguero de la campaña, no ganó en las primeras nueve jornadas y cayó por 2-1 ante el Numancia en Copa del Rey.

El próximo sábado, ante un Cádiz líder y con la moral por las nubes tras derrotar por 0-2 al Zaragoza en La Romareda, el míster madrileño podría entrar en este particular podio si no consigue los tres puntos.

De la misma manera, Víctor reconoció al término del choque en El Alcoraz que a sus jugadores les faltó actitud y llegaron a protagonizar «los primeros 45 minutos más malos de lo que va de temporada». Hay sectores de la afición que ya empiezan a gestionar sus decisiones tanto en el once inicial como en los cambios durante el partido y los números no le acompañan, pero él mantiene en todo momento la confianza en los suyos y muestra calma frente a la tempestad.