Dicen que la mejor defensa es un buen ataque, pero en el Málaga CF han preferido darle la vuelta a este dicho y hacer de la línea defensiva una de sus mejores armas en los últimos partidos. A falta de grandes nombres en ataque, si bien es cierto que Antoñín está siendo una grata revelación y que el rendimiento de Sadiku es positivo, en los esquemas de Víctor Sánchez del Amo están cobrando especial relevancia los jugadores situados justo por delante del guardameta Munir.

Tampoco ha sido tarea fácil para el cuerpo técnico blanquiazul dar con la tecla entre jugadores lesionados y otros que no estaban jugando al mejor nivel. Pero el conjunto de Martiricos, pese a todo y teniendo en cuenta la posición de la tabla que ocupa, es uno de los equipos menos goleados entre sus semejantes. Del décimo al último clasificado, Málaga (16º), Elche (14º) y Sporting de Gijón (11º) son los conjuntos menos goleados con 13 tantos en contra cada uno. El resto suman entre quince y una veintena.

Con el 4-4-2 que lleva el Málaga presentado en las dos últimas jornadas han llegado dos importantísimas victorias. Gracias al 0-2 en tierras coruñesas y al 2-1 de La Rosaleda, el equipo además de seis puntos ha ganado confianza, fuerza para seguir afrontando la campaña en la categoría de plata y, sobre todo, ha logrado salir de los puestos de descenso.

Para dar la vuelta a la crisis deportiva que pasaba el club, Víctor repitió con Cifu en la banda derecha, Mikel Villanueva por la izquierda y Luis Hernández y Lombán como pareja de centrales.

Salvo lesión, por la derecha no hay duda. Quitando un par de partidos en los que Cifu estuvo algo más desacertado, la temporada del granadino está siendo satisfactoria. Además de cumplir con sus labores en defensa, contribuye en la creación de juego y, con sus galopadas, en numerosas ocasiones ha logrado llegar al área de los rivales e incluso el pasado mes de septiembre vio portería en La Rosaleda en el choque ante el Rayo Vallecano, que finalizó con empate 1-1.

Por rendimiento y lesiones, ha sido más complicado encontrar a un jugador de garantías para ocupar la banda izquierda. Ha sido el lugar de Juankar, hasta sufrir esta última lesión que lo tiene alejado del verde. Pero además de sus problemas en el gemelo de la pierna derecha no ha dejado buenas sensaciones en los encuentros que ha disputado. Diego González también ha jugado como lateral zurdo, pero se ha notado que no estaba en su posición natural y en ocasiones se hacía patente que le costaba mantener la posición y contener los ataques de los extremos rivales.

Pero más allá de los aspectos negativos, esta situación ha contribuido a la recuperación de un efectivo profesional como Mikel Villanueva, más aún después de haber estado en la lista de posibles ventas en el pasado mercado veraniego. El venezolano no es de los jugadores más rápidos del Málaga y no protagoniza carreras como Cifu, pero aporta solidez, sabe asociarse y se ha mostrado acertado en el juego aéreo. En esta misma dirección, otro jugador con el que Víctor Sánchez del Amo querrá contar cuando se recupere de la lesión será el joven Cristo. El canterano ha sido titular en dos ocasiones con el primer equipo y siempre se ha mostrado sobrio y desenvuelto en el terreno de juego. Cuando el filial se recupere, Víctor tendrá que decidir entre él y el venezolano.

En cuanto a la pareja de centrales formada por Lombán y Luis Hernández, el balance final es positivo. Con detalles a mejorar, sus acciones en Riazor y La Rosaleda fueron de gran eficacia para contener a los rivales que intentaban atacar el área de Munir.

Este viernes, en El Toralín y frente a una SD Ponferradina lanzada, el conjunto costasoleño tendrá un complicado examen que consolidará las buenas sensaciones u obligará al cuerpo técnico a buscar nuevas soluciones.