Queda claro que el Málaga CF necesita a su afición para lograr el objetivo de la permanencia en este tramo final de LaLiga SmartBank. Y así se demostró una vez más este domingo en el triunfo de los blanquiazules sobre el Numancia, en un encuentro donde el aliento de la hinchada local fue clave para la remontada que llevó al equipo al triunfo en los últimos minutos gracias al tanto de Adrián.

El conjunto blanquiazul se ha hecho fuerte en Martiricos. Cierto es que le cuesta sangre y sudor ganar partidos, pero su buen hacer en casa le ha llevado a encadenar ya cuatro meses sin que ningún rival haya logrado los tres puntos en La Rosaleda. El último fue el Cádiz, líder de la competición y precisamente el equipo al que se medirán este domingo en el Ramón de Carranza en otro intento de alargar su buen momento. Desde aquel 12 de octubre en el que los de Álvaro Cervera asaltaron La Rosaleda en un encuentro muy competido nadie más ha conseguido salir airoso del feudo albiazul.

Y es que en toda la temporada solo han conseguido ganar en Málaga el conjunto amarillo y el Almería, el otro equipo que ocupa en estos momentos plaza de ascenso directo a LaLiga Santander. El cuadro rojiblanco se impuso en la cuarta jornada con un solitario tanto de Sekou (0-1) y luego, en la jornada 11, fue el Cádiz el que hizo lo propio por 1-2. Desde entonces, cuatro meses y ocho encuentros como local sin conocer la derrota. Casualmente, los tropiezos vinieron ambos en sendos parones por partidos internacionales donde el equipo llegaba con muchas bajas, incluida la de Munir en la portería.

En total, el Málaga ha jugado ya 13 partidos este curso en La Rosaleda, con cuatro triunfos (Oviedo, Tenerife, Ponferradina y Numancia), siete empates (Las Palmas, Rayo Vallecano, Sporting, Fuenlabrada, Elche, Lugo y Mirandés) y esas dos derrotas en los derbis andaluces. 19 puntos de 39 posibles (48,7%) que le hacen ser el 12º mejor conjunto en su estadio. Esos numerosos empates han lastrado la trayectoria de un Málaga que ha visto como también se han escapado victorias en casa que estaban prácticamente amarradas, como el partido ante el Lugo (1-1), que igualaron los gallegos en el minuto 102 con un gol de falta directa, y otros como los del Rayo Vallecano (1-1) y el Mirandés (2-2) después de ir ganando y ver cómo se escapaban dos puntos en el tramo final por errores puntuales.

Lo que queda claro es que los de Sergio Pellicer deben hacerse fuertes en La Rosaleda hasta final de curso para conseguir la salvación deportiva sobre el césped. En una liga tan igualada como la Segunda División, donde sumar como visitante es tan complicado, seguir implacables en casa supondrá un paso de gigante hacia la permanencia.