El Málaga CF volverá a medirse a un equipo aragonés este próximo fin de semana y de nuevo será con La Rosaleda como escenario. Este sábado, a partir de las cuatro de la tarde, recibirá a una SD Huesca en plena racha positiva local y números que sin embargo invitan al optimismo, si sólo se tienen en cuenta sus últimos desplazamientos. De hecho, ganó el pasado fin de semana en El Alcoraz al Fuenlabrada (2-0) para asentarse en la lucha por las plazas de ascenso directo, mientras que lejos de su feudo no puntúa desde el empate cosechado en Oviedo allá por el 19 de enero.

El Huesca se encuentra una semana más empatado a puntos con el Almería, a la estela de Cádiz y Zaragoza que ocupan las dos primeras posiciones. Los amarillos están a seis puntos de distancia y el verdugo de anteayer para el Málaga CF se encuentra a cinco de sus dos más directos perseguidores.

El duelo de este sábado será especial por muchos motivos. Pero en concreto le generará emociones contrapuestas al internacional japonés Okazaki, que precisamente fue autor el pasado sábado de uno de los dos tantos materializados contra el Fuenlabrada. El primero lo transformaba Cristo a los ocho minutos y el exariete malaguista cerraba la cuenta de la escuadra oscense apenas diez minutos más tarde.

Okazaki, que este pasado verano no pudo ser inscrito con el Málaga CF por el límite salarial, es el máximo artillero del Huesca con ocho dianas (dos menos de las que acumula el malaguista Sadiku). Le sigue con siete Mikel Rico, como segunda principal amenaza de cara al duelo de este sábado.

El entrenador azulgrana, Míchel Sánchez, no va a poder contar para la convocatoria del próximo viernes con el central Jorge Pulido, que vio la quinta amarilla frente al Fuenlabrada, cuando se rozaba la primera hora de partido y a raíz de una acción en la que incurría en juego peligroso.