Aunque no haya fútbol, el Málaga CF continua con su actividad. En los despachos de Martiricos, o mejor dicho en las casas de los respectivos dirigentes blanquiazules que cumplen con la cuarentena, se están gestando diferentes renovaciones. Hace unos días fue la de Hicham y ahora, el club ha ratificado a Manolo Gaspar en la dirección deportiva.

En su carrera como jugador, comenzó a brillar en la cantera y fue una figura muy destacaba en el Málaga B que militó en la división de plata. En el primer equipo, a su vez, jugó tres años en la élite entre 2008 y 2011.

Tras colgar las botas en el equipo de su barriada natal, El Palo, regresó al Málaga CF en el curso 13/14 como ojeador. Posteriormente, se unió a la secretaría técnica con la total confianza de los directores deportivos que le precedieron (Husillos, Arnau y Caminero). Su equipo de trabajo lo completan sus inseparables scouters Martín Viberti y Francisco Capote.

Desde el pasado 25 de octubre de 2019, de manera interina, ha ejercido como director deportivo en una etapa complicada por la situación económica en la que vive el club. Apostó por Sergio Pellicer como técnico, tuvo que dar luz verde a la salida de Antoñín al Granada CF en busca de cuadrar cuentas y ha fichado a Tete Morente, Buenacasa y Aarón Ñíguez en un mercado limitado. Además, en su agenda tenía señalada la reciente renovación de Hicham.