Durante esta extraordinaria situación, la mayoría de personas estamos confinadas en nuestros hogares cumpliendo con el estado de alarma decretado por las autoridades. En esta ocasión, los futbolistas no gozan de ningún privilegio y deben realizar sus actividades diarias entre los muros de sus respectivos domicilios.

En el caso del Málaga CF, el míster Pellicer, los preparadores físicos y resto de miembros del cuerpo técnico hacen un seguimiento telemático del estado de los jugadores. «Nosotros lo primero que hicimos fue preocuparnos de la parcela física, esto era algo nuevo y no sabíamos cómo iba a responder la gente, así que nosotros mismos nos pusimos a grabar rutinas de ejercicios y preparar planes de trabajo», detalla Julio Rodríguez, preparador del conjunto blanquiazul a La Opinión de Málaga. «El club nos ayudó repartiendo el material a los jugadores que no tenían como bicicletas estáticas, gomas, colchonetas€ Nosotros, los tres preparadores físicos, nos hemos encargado de hacer y enviar rutinas a los jugadores para el primer día de confinamiento».

Pero la situación cambia por días, el gobierno ha decretado otros 15 días de reclusión doméstica y esto también modifica el ritmo y el tipo de trabajo que tendrán que realizar los futbolistas del Málaga. «Ya estamos trabajando para mandar un nuevo plan con una progresión en el trabajo. Nosotros planificamos 15 días, así que para la semana que viene habrá una progresión en el contenido y se enviarán rutinas nuevas para salir de la monotonía, siempre con la incertidumbre de que esto es algo novedoso para todos», destaca Rodríguez.

En cuanto al trabajo en sí, el preparador comenta que un principio los ejercicios eran solo de carácter físico, pero que están elaborando nuevo contenido táctico para la semana que viene. «Son videos nuestros de trabajos realizados en entrenamientos y de cosas que hemos hecho en partidos, acciones que se les han pedido a los jugadores. Como trabajar la salida de balón, la finalización o la defensa de tal forma. Como cualquier contenido en cualquier matera pedagógica, si lo dejas de trabajar se olvida», alega Julio Rodríguez.

Con estas labores, tanto el míster como el resto de integrante del equipo técnico buscan que cuando la plantilla regrese al trabajo normal, ni a nivel físico ni a nivel táctico se parta desde cero. «Hay parte del cuerpo técnico que se está encargando de hacer nuestro modelo de juego de forma que no les sea pesado a los futbolistas. Evolucionamos en función de la situación, si se alarga tendremos que seguir viendo, mientras tanto hablamos con los jugadores que nos cuentan cómo van, qué problemas tienen, cómo se encuentran€ Intentamos reducir la improvisación al máximo, pero la situación mundial es la que nos marca el camino».

La organización de todas las tareas se está monitorizando en pequeños grupos. Por un lado, los integrantes del cuerpo técnico sí que realizan videollamadas a diario para poner en común las dudas y reflexiones que vayan surgiendo. Después, los tres preparadores tienen asignado el seguimiento de unos 8 ó 9 jugadores cada uno. Julio Rodríguez detalla que «se hace una puesta en común y luego el míster se encarga de hablar a diario, no con todos, pero según su cuadrante unos 4 o 5 jugadores pasan por su despacho virtual para que haya un contacto continuo».

Libertad de organización diaria

A diferencia de los entrenamientos presenciales, desde casa los jugadores tienen flexibilidad para realizar sus entrenamiento. «No hemos querido marcar horario porque cada uno tiene su vida, el que es padre quizá tiene por la mañana labores con los niños, el que no tiene más tiempo por las mañanas€». Lo que sí es de obligado cumplimiento es lo básico en una rutina como respetar comidas y horas de sueño. «Les decimos que no hagan locuras de acostarse un día a las 3 de la mañana jugando a la consola, ese tipo de cosas que se hacen cuando estás de vacaciones, pero esto no son vacaciones e incidimos en ello».

Y en cuanto al descanso, en vez de los habituales dos días libres después de cada partido, tienen seis días de trabajo pautado por los preparadores y un día, el domingo, para que puedan descansar.