Nadie sabe cuándo regresará la vida normal para el fútbol, pero lo que sí tiene claro la FIFA es que las competiciones deben acabar de una forma u otra. Demasiado dinero hay en juego. Las pérdidas se elevarían a unos 7.000 millones, tal y como calculan los dirigentes del balompié profesional en España. La crisis del coronavirus, no obstante, va a permitir de manera inédita prolongar los contratos en vigor más allá del 30 de junio. En este escenario, clubes y futbolistas ya empiezan a contemplar, incluido en el seno del Málaga CF, la opción de que haya partidos en julio y agosto y, tras un breve pretemporada, dar inicio en septiembre u octubre a una nueva campaña.

Todo el calendario quedaría de esa forma modificado, con nuevos periodos para fichajes. La afición de cada entidad deportiva ya puede empezar a imaginar duelos ligueros en plena temporada alta y cuando tradicionalmente se toman las vacaciones los futbolistas no inmersos en torneos internacionales de selecciones, como ya estaba previsto con la Eurocopa.

Igualmente, la competición en España, en todo el fútbol profesional, viviría la próxima temporada choques en plenas fiestas navideñas. Algo que ya conocemos tradicionalmente en Inglaterra y que en nuestro país ha vivido escenarios similares en el baloncesto.

El parón de esas fechas en Primera o Segunda sería suprimido excepcionalmente para permitir el retraso en el arranque de las competiciones. Así los más pequeños podrían disfrutar, como en la Premier, de todo un Boxing Day. En tierras inglesas, sólo un día después del festivo 25 de diciembre, es costumbre concentrar en unas horas toda una jornada liguera. Es una manera excepcional de congregar a familias enteras en los estadios y propiciar la incorporación de nuevas generaciones a los distintos clubes.

El reajuste en los distintos calendarios también forzaría a jugar numerosos encuentros entre semana, con la vista puesta en que en 2021 se disputará finalmente la Eurocopa que estrenará sedes en numerosas ciudades, entre ellas Bilbao. No obstante, todo este escenario variará en función de la evolución del COVID-19. Y así ya lo ha indicado el máximo responsable de Mediapro y propietario de los derechos de TV de las grandes ligas y competiciones europeas y mundiales, Jaume Roures.

La paralización de las competiciones ya está suponiendo una grave crisis económica, que puede agravarse si no se reanudan. Roures, no obstante, es optimista y en este sentido manifestó, en declaraciones a RAC1, que los únicos «calendarios viables» son los que llevan a terminar más allá de junio. «Esto no debe ser un problema, es una situación de fuerza mayor. Si los contratos no terminan, los futbolistas no cobran. Serán los primeros interesados en terminar cuando sea», alegó.

«Lo más importante es acabar la temporada. No es tan importante saber cuándo empezará la próxima temporada. Si no se acaba esta temporada, se perderá el 30% de los ingresos, el fútbol europeo perdería más de 7.000 millones de euros. El fútbol no se lo puede permitir», añadió el responsable máximo de Mediapro.

LaLiga y la AFE ya se han puesto manos a la obra para contemplar diversos escenarios para la vuelta al fútbol, ya que tienen claro que hay que poner fin a la campaña actual. Para el Málaga CF la competición se puede prolongar hasta agosto o septiembre. Al no haber Eurocopa, este escenario es factible y no interfiere con los contratos en vigor.

Toda esta serie de premisas y de circunstancias que se encuentran sobre la mesa, con independencia del ERTE que ya se plantean numerosos equipos profesionales, alejan aquella idea inicial de dar por cerradas las competiciones, bien con las clasificaciones actuales o con las que había nada más acabar las primeras vueltas.