El fútbol está paralizado y es imposible dilucidar cuándo puede volver, si es que finalmente vuelve para disputar los encuentros que quedan para concluir la presente temporada. Pero aunque el balón no ruede, los dirigentes mantienen el teletrabajo y perfilan sus tareas para ésta y la próxima campaña.

En el Málaga CF, la propia entidad publicó un vídeo en el que se veía a los miembros de la dirección deportiva desempeñando sus habituales tareas de scouting y seguimiento a jugadores futuribles. Pero además de las eventuales ligas extranjeras y la Segunda División B (principal mercado en el que bucea la entidad blanquiazul), también se tiene en cuenta a los futbolistas que ya se tienen a la hora de planificar la plantilla del año que viene.

Por ello, hace unas semanas, Manolo Gaspar ya efectuó un paso adelante mirando al futuro y renovó a Hicham, que cumplía contrato el 30 de junio, por dos temporadas más hasta 2022. Con el ascenso de Sergio Pellicer al primer equipo, el canterano marroquí también ha disfrutado de más minutos y los ha aprovechado para demostrar su valía. Gracias a los partidos jugados en Segunda, Hicham habría renovado automáticamente por el cumplimiento de una cláusula de su contrato: disputar 10 partidos con un mínimo de 45 minutos. En el momento de la renovación ya había jugado siete, pero Hicham estaba en la lista de prioridades de Gaspar. Tanto es así que su cláusula de rescisión pasó de tres a 10 millones de euros.

Exigencias de LaLiga

Hay otros dos nombres en la pizarra de la dirección deportiva: Luis Muñoz y Keidi Bare. Pero con los dos, piezas indiscutibles en el esquema blanquiazul cuando las lesiones lo han permitido, se podría volver a reeditar el problema del verano pasado con Mula e Ivan Rodríguez: por edad, no pueden alargar su ficha de filial y deberían pasar a figurar como jugadores profesionales si el Málaga CF quiere contar con sus servicios. Luis Muñoz cumplió 23 años en febrero y Keidi lo hará en agosto.

En cuanto al de La Palmilla, Gaspar ha expresado abiertamente la intención de renovarle, sobre todo porque acaba contrato en junio de este año. «Hemos tenido contactos, pero no son cosas fáciles. El Málaga CF tiene que ajustarse por LaLiga a unos parámetros y no puede obligar a los jugadores a que acepten. El comportamiento de Luis es de 10 y es malaguista y me lo está demostrando», expresaba Gaspar semanas atrás. Parece haber consenso entre ambas partes a la espera de recibir directrices del ente liguero.

Con el albanés, aunque tenga contrato hasta 2021, también se deberá reajustar su situación contractual si el Málaga quiere seguir contando con él en el césped. Keidi aterrizó a la disciplina malaguista procedente de las categorías inferiores del Atlético de Madrid en 2018 y no tardó en hacerse hueco en el primer equipo blanquiazul. Es más, se ha convertido en un jugador determinante en la medular del Málaga CF, solo las eventuales convocatorias con su selección o las lesiones le han privado de saltar al terreno de juego.

En cambio, en el pasado mercado invernal de fichajes algunos equipos mostraron su interés por él. En un principio se habló del Rayo Vallecano, pero con el paso de los días empezó a tomar forma la propuesta del Getafe. El club azulón parecía dispuesto a abonar alrededor de dos millones de euros para su traspaso, aunque valoraba la opción de dejar al canterano cedido en la Costa del Sol hasta final de la temporada para aminorar el impacto de su marcha.

Pero tras las ofertas pasadas, no cabe duda que el presente y futuro del club seguirá marcado por la situación financiera. El cumplimiento de las pautas económicas que LaLiga obliga a cumplir resultarán determinantes para saber si Keidi Bare pasa a profesional con el club de Martiricos o se convierte, como Antoñín, en una venta dolorosa en lo deportivo pero necesaria para evitar males mayores.