La fecha de este próximo martes está marcada en rojo tanto para los clubes profesionales del fútbol español como para los jugadores, a través del colectivo nacional que los representa, la AFE. Está prevista una nueva reunión de la Comisión de Seguimiento de la Federación Española de Fútbol, creada para la supervisión de las iniciativas que se toman en relación al COVID-19.

No está claro que pueda haber un acuerdo respecto a medidas de carácter general sobre la viabilidad económica de los equipos de fútbol, después de que se haya planteado por parte de LaLiga la posibilidad de que todas las entidades se acojan a un ERTE derivado de la paralización de la totalidad de las competiciones.

Lo que está claro es que sobre la mesa se pondrá el nuevo calendario derivado del estado de alarma, el análisis de que equipos en otros países europeos, por ejemplo de la Bundesliga, hayan vuelto a ejercitarse con restricciones, y los jugadores seguro que avanzan lo que sus preparadores ya expresaban a este periódico ayer. «La salud de los principales protagonistas del fútbol o de cualquier otro deporte se debe considerar como prioritaria, tal y como ya ha demostrado el Gobierno al paralizar todas las actividades económicas con la excepción de las esenciales.

Es decir, la AFE abundará en su preocupación por garantizar la salud ante una posible reanudación de la competición. Porque nadie se plantea retomar las distintas ligas «sin que la pandemia haya rebajado considerablemente las incidencias de estas últimas tres semanas», alegan de puertas hacia adentro los propios preparadores físicos.

En este escenario, lo que se solventará este martes será de nuevo «un protocolo marco», donde faltarán las fechas del calendario por la enorme incertidumbre que existe incluso en los países donde comenzó esta crisis (ni China ni Japón han reanudado sus ligas).