Mientras los sanitarios y las fuerzas de seguridad del estado siguen luchando contra el coronavirus, los ciudadanos ya cumplimos más de una veintena de días en nuestros respectivos domicilios atendiendo a las normas y restricciones desde que fuese decretado el estado de alarma por el Gobierno central.

Después de la incertidumbre de los primeros días y pese a estar entrenando en un principio con normalidad, los jugadores del Málaga CF. El domingo 8 de marzo, el conjunto de Martiricos recibía en La Rosaleda a un hueso duro de roer: un Real Zaragoza lanzado y en puestos de ascenso directo a Primera División. El reto era complicado, pero el plantel blanquiazul también llegaba en buen momento, encadenando cuatro semanas consecutivas sin perder. Habían ganado al Numancia por 2-1 y al Racing 2-0 en el feudo blanquiazul. Además, habían conseguido volver de casa del líder, el Cádiz, con los tres puntos después de haberse impuesto por 0-1 en el Carranza, sin olvidar el reparto de puntos (1-1) en un disputado partido ante la UD Las Palmas en tierras insulares.

El Málaga CF peleó el encuentro, mereció mucho más, pero se quedó sin recompensa en los instantes finales del choque. En el minuto 86 y después de una buena prestación colectiva, un error defensivo supuso la derrota debido al escaso margen de maniobra para revertir la situación.

Habrá tiempo para cambiar las tornas, ya que ahora lo primordial es la salud y que entre todos podamos derrotar a este virus, pero lo cierto es que con el 0-1 del Zaragoza, el retrogusto del último encuentro del Málaga no deja de ser amargo. Sobre todo porque desde octubre del pasado 2019, cuando el Cádiz ganó 1-2 a los blanquiazules, nadie había vuelto a ganar en el estadio de La Rosaleda.

En cuanto sea posible reanudar el juego, si es que finalmente vuelve, el conjunto de Sergio Pellicer tendrá que seguir peleando por la permanencia en la categoría de plata. Esta última derrota supuso un frenazo deportivo y también anímico en un equipo que, sin lanzar las campanas al vuelo, parecía que podía aspirar a algo más. Pero en estos momentos, y hasta nueva orden, el Málaga CF sigue en 14º posición con 38 puntos, los mismos que UD Las Palmas o Numancia, que siguen pisándole los talones.

Partidos sin jugar

En este mes de parón ya se han dejado de jugar cuatro jornadas, de la 32 a la 35. Y es más que probable que sean más las fechas aplazadas porque todavía no hay consenso entre LaLiga, la RFEF y la AFE en los términos y condiciones para que el balón vuelva a rodar.

En lo que respecta a la entidad blanquiazul, mientras los miembros de la plantilla entrenan desde sus casas bajo la atenta supervisión telemática del cuerpo técnico, no ha podido hacer frente a los partidos ante Huesca, Tenerife, Extremadura y Lugo. Eso por ahora.

Hace poco más de un mes, con todos estos encuentros programados, todos comenzábamos a analizar cómo llegaban los próximos rivales del Málaga CF a dichos encuentros, y el propio equipo de Pellicer, para así hacer las cuentas de cuántos partidos debía ganar el Málaga para alcanzar el objetivo de la permanencia.

Pero en el calendario siguen quedando pendientes los duelos ante Girona, Rayo Vallecano, Albacete, Dépor, Sporting, Alcorcón y Almería. Rivales de diferente índole, pero todos unidos por la importancia del último tramo de la competición, en el que todo se decide de cara a la temporada que viene.