Armando Sadiku ha pasado de ser un fichaje de última hora en circunstancias especiales a convertirse un uno de los hombres más importantes de la presente temporada suspendida temporalmente por el coronavirus. El delantero albanés llegó cedido por el Levante en el último día de mercado estival, cobrando el salario mínimo de la categoría -condición impuesta por LaLiga para que pudiera llegar a Martiricos-, pero su trabajo y sus 10 goles le han convertido en un indiscutible este urso tanto para Víctor Sánchez del Amo como para Sergio Pellicer.

El ariete blanquiazul concedió ayer una entrevista al youtuber Senén Morán donde aseguró que estaría encantado de seguir en la Costa del Sol, pero que no dependerá solo de él. «Estamos haciendo un buen trabajo con Pellicer. Me estoy acostumbrando muy bien, estoy feliz aquí. La afición me quiere, todo el vestuario me ha dado su apoyo. Me gustaría seguir aquí, pero no me toca a mí decidir. Ahora vamos a ver qué pasa», dijo Sadiku.

La temporada en Málaga no ha sido fácil. La incertidumbre institucional y el cambio de entrenador tras el «caso Víctor» han marcado una campaña en la que los blanquiazules se han tirado buena parte del año en la parte baja. Desde la llegada de Pellicer el juego y los resultados mejoraron, y para Sadiku, llegar al play off de ascenso, si se reanude el campeonato, sigue siendo posible. «Hemos dado todo, espero poder conseguir algo hasta el final. Esta afición es espectacular, merece mucho. Siempre pienso que vamos a conseguir el play off, en mi mente siempre está el play off», señala el pichichi blanquiazul, que ya espera volver a la competición para aumentar su cuenta goleadora: «Llevo 10 goles. No estoy contento conmigo mismo, siempre quiero más. A la vuelta seguro que voy a marcar más goles para el Málaga». Y además de estar adaptado al equipo se muestra muy bien en la ciudad. «Me gusta mucho la playa, cada tarde voy con mi mujer a dar paseos. Me gusta mucho esta zona», explica.

El confinamiento ha cambiado la vida de la población, y también de los futbolistas. Los profesionales han tenido que adaptarse a la situación para seguir con su rutina de entrenamientos y volver en la mejor forma posible a los terrenos de juego. Sadiku explica su día a día: «Me despierto un poco tarde, a las 12 o la 1. Desayuno. Me entreno toda la tarde, a veces dos entrenamientos. Paso todo el día en casa, ver películas, hacer llamadas con los amigos», comenta.

El ariete albanés viene de un país totalmente a España. Entrando en temas más personales, Sadiku comentó en la entrevista cómo fueron sus complicados inicios en el mundo del fútbol, desde que era un niño. «Cuando era pequeño era muy difícil. Nunca he ido a escuela de fútbol. Siempre he jugado en la calle, fuera. Aquí hay muchas opciones. Los padres o madres llevan a los niños al entrenamiento. Yo iba siempre solo, andando o cogiendo dos autobuses para entrenar. Cuando era pequeño, de 10 a 14 años, no era el mejor de todos, pero era mi sueño. Sabía dentro de mí que iba a ser jugador. Dormía con la camiseta todas las noches, con la pelota cerca de mí. He soñado siempre con ser profesional. Tenía compañeros que eran mejores, pero yo lo he conseguido», afirma. Sadiku da la receta para cumplir sueños y objetivos, trabajo y más trabajo. «Se llega con mucho trabajo. He tenido mala suerte con las lesiones. He llegado a Primera División. Ahora estoy en Málaga, siempre con trabajo», insiste.

Además, entre otras cosas, comentó su mejor experiencia en el fútbol profesional, la disputa de la Eurocopa 2016 con Albania: «Es la mejor experiencia de mi carrera, jugar un Europeo con mi selección. Era mi sueño de pequeño. Estoy convencido que voy a jugar otro europeo o Mundial otra vez».