En el verano del 2010, el jeque Al-Thani desembarcó en el Málaga CF con un proyecto apasionante en sus inicios y meses más tarde convirtió la realización de una ciudad deportiva para el club acorde a su estatus en uno de sus planes estrella. Pero después de casi 10 años de líos institucionales, problemas burocráticos, falta de financiación y solvencia económica ante las constructoras y protestas de grupos ecologistas, entre otras cosas, el aspecto actual de las obras La Academia sigue siendo desolador.
Muchas han sido las promesas en estos años de que el proyecto vería la luz y los chavales de la cantera blanquiazul por fin tendrían unas instalaciones adecuadas con campos de fútbol de césped natural y una residencia en fases finales del proyecto. Pero de momento todo ha quedado en eso, en promesas, aunque la semana pasada la concejala de Cultura y Deporte del Ayuntamiento de Málaga, Noelia Losada, anunció que las obras, paradas desde finales de 2018, se reanudarían «en breve». «Acabarlo todo no lo sé, o si tendremos que hacerlo poco a poco. Pero se van a reanudar, que ya es una buena noticia con el periodo que llevábamos de paralización. Imagino que se hará ahora lo que se pueda, pero se van a reanudar», aseguró. Mientras eso ocurre, las imágenes muestran que en la zona solo sigue habiendo varios armazones de hormigón a la espera de que las máquinas regresen a Arraijanal para continuar con la construcción de la ciudad deportiva.
La última falsa promesa sobre La Academia la protagonizó Richard Shaheen, el último director general colocado por Al-Thani al frente de la entidad antes de ser apartado judicialmente de la gestión del club. En un comparencia pública ante los medios en la sala de prensa de La Rosaleda a comienzos de este 2020, el norteamericano aseguró que «en el mes de marzo (pasado) habrá un campo que se podrá utilizar dividido en dos para Fútbol 7». Una nueva mentira de uno de los hombres de confianza del catarí. Y la realidad es la que es. Coronavirus mediante, se ha iniciado ya el mes de junio y sigue sin haber ningún movimiento por la zona que augure que en pocos meses los canteranos blanquiazules puedan hacer uso de las instalaciones aún por construir.
Cronología
Tras años de disputas institucionales y problemas varios por la complejidad del terreno donde se debe concluir la ciudad deportiva blanquiazul, el Ayuntamiento y el Málaga CF acordaron en 2015 la permuta de los terrenos de El Viso y de Arraijanal para construir La Academia. Esto aportaría al club, a través de su Fundación, la titular de los terrenos, 4,4 millones de euros que deben destinarse única y exclusivamente a la consecución del proyecto. Pero no fue hasta septiembre de 2018 cuando empezó el movimiento de maquinaria y se produjeron los primeros trabajos.
Sin embargo, la actividad duró poco debido a la falta de liquidez y la desconfianza de la constructora encargada, Bilba, en que se fueran a realizar los pagos acordados. Y desde entonces no se ha producido ningún nuevo avance.
A principios de octubre de 2019, desde el Ayuntamiento informaron de que la Fundación del Málaga CF ya había recibido esos 4,4 millones de euros para solucionar los problemas de solvencia económica y retomar las obras, pero la maltrecha situación financiera de la entidad llevó a los Al-Thani y sus asesores a deslizar en varias ocasiones que ese dinero se utilizaría para resolver otras deudas del club, cosa que desde el Consistorio negaron categóricamente que se pudiera hacer, pues el dinero pertenece a la Fundación y debía destinarse a la consecución del proyecto de La Academia.
Con el dinero en las arcas de la Fundación desde hace más de seis meses y la familia Al-Thani y sus intenciones apartadas de la dirección del club, ya no debe existir ningún traba para que las obras de La Academia se reanuden y, al menos, se pueda ejecutar la primera fase del proyecto para que en unos meses los jóvenes jugadores blanquiazules puedan disfrutar de una parte de la tan deseada nueva ciudad deportiva. Desde el Ayuntamiento ya han confirmado que las labores se retomarán «en breve», solo falta que se haga realidad de una vez por todas.
