En un duelo en el que se compartía la necesidad de puntuar, Málaga y Extremadura firmaron las tablas. La primera parte fue de los de Pellicer pero en la segunda, los extremeños pelearon hasta arañar el gol del empate. Al Málaga le sabe a poco el punto, sigue sin despegar y acusando la falta de efectivos para este tramo tan disputado y exigente del torneo.

Tanteando el terreno, midiendo al rival pero con ganas e intenciones de demostrar que siguen teniendo la garra que se ha difuminado en los últimos partidos. Así salió en Málaga CF al césped de Martiricos por segunda vez desde que se volviese el «fútbol post-coronavirus». Los de Sergio Pellicer no tardaron en avisar al cuadro extremeño: no habían pasado ni dos minutos desde el pitido inicial cuando Hicham protagonizó una cabalgada que lo plantó ante la meta de Casto. Pero el canterano marroquí decidió lanzar el balón en vez de apoyarse en Sadiku y envió alto el esférico. Solo unos instantes después, el canterano marroquí, esta vez combinado con Juanpi, realizó una jugada parecida sin darle el balón Sadiku, ya preparado ante el guardameta del Extremadura. Dos acciones sin fruto, pero toda una declaración de intenciones en los primeros compases del encuentro.

La respuesta del conjunto entrenado por Mosquera llegó ipso facto: Primero Alegría, en fuera de juego previo, intentó cabecear el esférico frente al área de Munir, después Lomotey remató con peligro tras un pase en profundidad sin éxito y también en posición antirreglamentaria.

El Málaga fue a poco a poco creciéndose, Juanpi realizó una de las mejores actuaciones en lo que va de temporada, también ayudado por las salidas de balón de Luis Muñoz. El venezolano se mostraba colaborativo, inteligente en la gestión entre líneas, profundo y acertado en los pases, incluso lanzó una falta directísima a la portería rival que tuvo que sacar Casto.

Al filo de la media hora, Tete Morente por la banda izquierda asistió a Sadiku y el albanés puso el 1-0 en el marcador. Premio para el albanés, casi siempre bien posicionado en el centro del área rival y que ya suma 12 tantos en lo que va de temporada.

Por su parte, al conjunto de Almendralejo le costaba generar ocasiones claras pero en cuanto recogía el esférico intentaba salir a la contra. Así, la primera mitad acabó con un gran despeje de Munir a un disparo de Nono y posteriormente Hicham intentó sellar el 2-0, pero Costa truncó sus intenciones.

En cuanto se reanudó el encuentro tras el descanso, el Extremadura dejó patenta que no daba el choque por perdido y que iba a pelear por llevarse de La Rosaleda algo más que una derrota. Una falta, no muy clara, de Juankar a Díez fue el primer paso para que los extremeños acortasen las distancias. Un emblema del equipo extremeño, Gio Zarfino, remató con la testa el centro de Díez después de botar la falta.

El gol fue todo un jarro de agua fría en el conjunto costasoleño que se notaba cansado mientras que el Extremadura ganaba territorio y se mostraba más fresco y lúcido en el verde de Martiricos. Los jugadores blanquiazules que tan buen trabajo hicieron en la primera mitad como Juanpi o Tete Morente comenzaron a diluirse en el terreno de juego. El conjunto de Almendralejo seguía ganando metros y en varias ocasiones Munir tuvo que volver a salir para salvar los muebles. En una ocasión, Zarfino logró colocarse frente a frente con el guardameta blanquiazul, solo, sin ningún defensa malaguista que pudiese frenarle. Por suerte, el marroquí logró despejó el remate.

El guión se mantuvo de esta manera hasta el pitido final. Manuel Mosquera, técnico del club extremeño, pedía calma a los suyos para no precipitarse y cometer errores, tenían el partido de cara y el punto, aunque sabía a poco, les resultaba fundamental en la lucha por la permanencia.

En el tiempo añadido, el Málaga tuvo alguna opción de rematar en el partido. Una falta de Renato , un remate de Buenacasa, otro remate de Lombán... Pero el trabajo no realizado en toda la segunda parte no pudo remediarse en los segundos finales. Buen punto para el Extremadura, pero insuficiente para el Málaga.