Al término del encuentro del pasado domingo frente al Girona, Pellicer aseguraba que sus hombres habían hecho el mejor partido de la presente temporada. Posiblemente, no le falte razón al míster. El trabajo realizado semana tras semana por fin dio sus frutos y los blanquiazules volvieron a ser aquellos que ilusionaron a la afición a principios de año, justo cuando el castellonense tomó las riendas del primer equipo.

Hay veces que una victoria va más allá de sumar de tres y es el caso del Málaga CF. Es inevitable que esta semana, los miembros del plantel costasoleño afronten los días de entrenamiento y el siguiente partido con mayor confianza. No obstante, todavía es pronto para saber si esos tres puntos marcarán un punto de inflexión en esta recta final de la competición y el jueves espera otro reto de importante envergadura frente al Rayo Vallecano, equipo en la lucha por entrar en puestos de play off.

Analizando los 90 minutos ante el equipo catalán, las claves del choque fueron, sin duda, la velocidad, la fluidez en el juego, la verticalidad y el enorme acierto en los pases. Los blanquiazules tuvieron al mejor Juanpi de los últimos tiempos, Cifu recuperó la electricidad de meses anteriores, Juankar también fue determinante en las acciones ofensivas, Sadiku no dejó de pelear balones y en área y, por último, pero no menos importante, las jugadas de Tete Morente fueron imprescindibles para la victoria, consagrándose como la gran revelación de este tramo de la campaña.

El corto, pero eficiente recorrido del extremo gaditano en las filas malaguistas, es digno de mención. Llegó con perfil bajo y humildad, pero rindiendo a un nivel espectacular. Un punto positivo para Manolo Gaspar y su equipo del área deportiva. Aterrizó en la disciplina costasoleña a finales del mercado invernal del fichajes, desde entonces ha entrado en 10 convocatorias, siendo en ocho ocasiones titular. Solo unas horas después de culminar su incorporación, fue suplente en Elche, la siguiente jornada rodó 27 minutos ante el Numancia y desde la victoria en el Ramón de Carranza (0-1) frente al Cádiz, hasta hoy, ha jugado mínimo 70 minutos por partido. Pese a llegar con la dinámica del Lugo, apenas ha necesitado un periodo de adaptación al trabajo y el estilo del Málaga. Por ello, desde el carril izquierdo de la banda entre carreras y regates suma un gol y tres asistencias. Ha nacido un nuevo ídolo en Martiricos.

Duro examen en Vallecas

La euforia del 2-0 en La Rosaleda no debe nublar los objetivos del Málaga: sigue siendo fundamental sumar de tres en tres para cerrar la permanencia en la categoría. El próximo escenario no será fácil y, como desgraciadamente sigue siendo habitual, Pellicer tendrá que lidiar con bajas importantes por sanción, además de la de los jugadores que siguen en la enfermería.

Por lo pronto, ni el capitán Adrián ni Armando Sadiku podrán saltar al césped de Vallecas. El madrileño vio la roja directa tras un pistón a Gerard Gumbau y Sadiku, apercibido desde el pasado mes de diciembre, buscó la quinta amarilla al ser sustituido para así jugar limpio los partidos restantes. Pese a una confusión inicial, la buena noticia es que finalmente Keidi Bare sí podrá jugar el próximo encuentro liguero.

El calendario sigue siendo muy exigente, ya que después de visitar a un Rayo en la lucha por los puestos de liguilla de ascenso, los blanquiazules tendrán dos duelos ante rivales directos por la permanencia: Albacete y Deportivo. A día de hoy, el Málaga está empatado a puntos con los de Coruña y con solo un punto de ventaja respecto a los manchegos.

Otro tema importante a lo largo de esta semana y antes de viajar a Madrid será la recuperación de jugadores de gran importancia en el once malaguista como Luis Hernández y los canteranos Luis Muñoz e Hicham. Las bajas de Adrián en el centro del campo y de Sadiku en ataque suponen un problema añadido para el cuerpo técnico a la hora de confeccionar la convocatoria. Como remarca Pellicer, para encarar el final de la temporada hay que tener «mucha prudencia, celebrar nada porque queda muchísimo por sufrir».