Hace poco más de un año la recta de Tribuna de La Rosaleda se inundó de aficionados blanquiazules que condujeron al autobús del equipo hacia el interior del estadio en la previa de un encuentro vital, la vuelta de la primera ronda de play off de ascenso a Primera División frente al Deportivo de la Coruña. Hoy el rival será el mismo, la importancia del encuentro incluso mayor, pero la situación es bien diferente: ni habrá aficionados en los alrededores ni en el interior de Martiricos y lo que jugarán blanquiazules y gallegos será una «final» por la permanencia en Segunda.

Una temporada marcada por los vaivenes tanto dentro del campo como a nivel extradeportivo han llevado al equipo ahora dirigido por Sergio Pellicer a jugarse la salvación en estas últimas cuatro jornadas ligueras. El Málaga se juega, literalmente, la vida en estas dos semanas. Lograr la permanencia dará un leve respiro a nivel deportivo e institucional. Y es la única opción que se contempla, porque un descenso a la categoría de bronce podría suponer la mayor de las desgracias para la entidad. Mejor ni pensarlo.

Y para ello, para lograr el objetivo de la salvación, hay que empezar por sacar un resultado positivo hoy. Una victoria frente al Dépor supondría dar un paso de gigante a los blanquiazules, que, si el resto de resultados de la jornada acompañan, podrían dar un salto definitivo hacia mantenerse un año más en LaLiga Smartbank.

Tras el empate frente al Albacete, otro rival directo, el Málaga está casi obligado a ganar para no sufrir en las últimas jornadas. Los de Pellicer se han quedado, con 46 puntos, solo dos por encima de los puestos de descenso y un tropiezo le podría llevar incluso a la zona roja si el resto equipos sacan sus partidos adelante. Justo por encima en la clasificación está el cuadro dirigido por Fernando Vázquez, 15º con 48 puntos, dos más que el Málaga. Una victoria llevaría a los blanquiazules a poner tierra de por medio con el descenso y además a superar a los gallegos en la tabla y ganarles el average particular tras haber vencido en la primera vuelta por 0-2 en Riazor.

Sergio Pellicer volverá a contar con bajas importantes para tan trascendental partido. A las ya conocidas de Luis Hernández, Aarón Ñíguez y Pacheco -ya no volverá en toda la temporada-, se unen las de Keidi Bare y Diego González por sanción. Por contra, el míster castellonense podría volver a contar con Luis Muñoz, recuperado ya de su lesión. Con tanta ausencia en defensa, Pellicer podría optar por dar una nueva oportunidad a Mikel Villanueva, junto a Lombán y el canterano Juande, para mantener su defensa de tres centrales. Y por el albanés podría entrar Benkhemassa o el propio Muñoz si ya estuviera al 100%. En el resto del once habrá pocas sorpresas. Munir en portería; Juankar y Cifu en los carriles; y Adrián, Juanpi, Tete Morente y Sadiku en la parcela ofensiva parecen fijos. Las únicas bajas en el cuadro coruñés son las de Peru Nolaskoain y Michele Somma.

Desde las 19.30 horas, y con arbitraje de López Toca, el Málaga vuelve a jugarse un año después la vida ante el Deportivo. Ojalá que esta vez el resultado sea totalmente diferente.