El Málaga CF tiene a tiro de piedra el mantenerse un año más en Segunda División. La victoria del miércoles frente al Deportivo en La Rosaleda le ha dejado con 49 puntos, justo en el umbral de los 50 que normalmente garantizan la permanencia en LaLiga SmartBank. Y buena parte de la culpa de haber logrado ya casi el objetivo a falta de tres jornadas la tiene su buen hacer en defensa. Los de Sergio Pellicer sumaron en el triunfo frente a los gallegos si quinto encuentro consecutivo sin encajar, una magnífica racha que le ha permitido convertirse, con 31 tantos en contra, en el equipo menos goleado de la categoría.

Desde el comienzo de campeonato, con Víctor Sánchez del Amo en el banquillo, el cuadro blanquiazul se caracterizó por ser un equipo muy sólido en defensa. A falta de goles (el Málaga es el segundo equipo menos goleador con 32 dianas), mantener el rigor como bloque en tareas de contención era primordial para no pasar aún más apuros de los que ha sufrido en una de las temporadas más convulsas que se recuerdan, por su jaleo institucional y con el añadido del parón provocado por el coronavirus.

Ese gran trabajo táctico le ha llevado a convertirse en el conjunto más fiable de la Segunda División en este apartado con solo 31 goles encajados en 39 partidos (0,79 por encuentro). Faceta en la que supera a todos sus rivales, incluyendo a los que pelean por el ascenso directo a Primera. Por poner dos ejemplos, el Cádiz, líder, ha recibido 35 goles y el Huesca, segundo, 41. Solo la falta de artillería en ataque le ha impedido a los de Martiricos poder pelear por algo más este curso.

El buen trabajo iniciado por Víctor en este aspecto ha sido mejorado incluso por Sergio Pellicer. Con el madrileño, los blanquiazules encajaron 20 goles en 22 partidos (0,90 por encuentro) y este registro ha mejorado desde el cambio en el banquillo. Con el castellonense el equipo solo ha recibido 11 tantos en 17 jornadas (0,64 por encuentro). Y además, el Málaga ha conseguido dejar su portería a cero en 16 ocasiones, 10 de ellas con Pellicer ya como entrenador. Tras el confinamiento, y van ya ocho partidos, solo el Huesca (3) y el Extremadura (1) han conseguido batir a Munir, que con 27 goles encajados -los otros cuartos se lo reparten entre Kellyan (3) y Gonzalo (1)- es el Zamora provisional de la categoría.

Esta prestación defensiva de las últimas jornadas ha sido clave y fundamental para que el equipo se haya mantenido en todo momento fuera de los puestos de descenso y, tras esta última victoria en casa, acaricie ya la permanencia. Con un triunfo más en las tres jornadas restantes, o quizás con menos, será suficiente para garantizarse seguir otra temporada en Segunda sin necesidad de esperar pinchazos de los perseguidores en la tabla.

La Academia, protagonista

El cambio a defensa de tres centrales propuesto por Pellicer tras el empate frente al Extremadura ha sentado de perlas al equipo, que ya no ha vuelto a ver perforada su portería desde entonces. Este cambio de sistema, la ausencia prolongada de Luis Hernández y el bajo nivel ofrecido por Mikel Villanueva en Tenerife ha obligado a los canteranos a dar un paso adelante. Y han pasado el examen con nota.

Juande es una de las grandes notas positivas tras el parón. El central de La Academia acumula cinco titularidades consecutivas, desde el cambio de dibujo en defensa, y en cada partido va a más. Se ha convertido junto a Lombán en un fijo en el centro de la zaga en este tramo final de liga. Y la otra sorpresa agradable ha sido el nivel ofrecido por Ismael Casas en el encuentro frente al Dépor, actuando como tercer central por la baja por sanción de Diego González. Pellicer apostó por él en una posición que ya había desempeñado en su etapa de juvenil y el chaval respondió a las mil maravillas haciendo un partido sobresaliente.