La agonía continúa. El Málaga CF no fue el equipo fiable que demostró ser en las últimas semanas y lo pagó con una derrota en El Molinón que le hace seguir de pleno en la lucha por la permanencia a dos jornadas del final de la Fase Regular. Los de Pellicer perdieron la fortaleza defensiva que le había permitido dejar su puerta a cero en las últimas cinco jornadas y el Sporting lo aprovechó para resolver el encuentro en la primera mitad. El equipo de Martiricos tenía en su mano, sin depender de otros resultados, dar el paso definitivo para mantenerse y ahora se ve metido de nuevo en el lío por no descender.

El plan de partido de Sergio Pellicer se desbarató en tres minutos, justo lo que tardó el Sporting de Gijón en perforar la portería de Munir. Un gran pase al hueco de Pedro Díaz fue aprovechado por Unai Medina, ante la pasividad de la zaga blanquiazul, para batir al marroquí en el mano a mano por su palo corto. El partido se ponía cuesta arriba desde bien temprano.

El míster blanquiazul sorprendió dejando a algunas de las vacas sagradas en el banquillo en un partido tan importante. Keidi Bare, Adrián o Tete Morente se quedaron fuera del once titular para dar entrada a Benkhemassa, Luis Muñoz y Hicham, y la apuesta no funcionó.

El conjunto blanquiazul estaba desnortado, dando una imagen impropia de sus últimas actuaciones. Y sobre todo mostrando una fragilidad inusual en defensa. Los de Djukic encontraban constantemente vías de agua en la defensa costasoleña y en una de esas lagunas llegó el 2-0 pasada la media hora de partido. En otro balón a la espalda de los zagueros, Álvaro Vázquez, que ya había avisado pocos minutos antes, controló a la perfección y se plantó solo ante Munir para abrir brecha en el marcador. El encuentro se ponía casi imposible, la reacción debía ser inmediata tras el descanso y no llegó hasta el descuento, cuando ya era demasiado tarde para rascar el empate.

Pellicer dio entrada en el intermedio a Adrián y Tete Morente por Benkhemassa y Juankar. Y poco más tarde a Keidi por Luis Muñoz y a Buenacasa por Hicham. Cambio total de planteamiento para intentar dar la vuelta al choque. Los blanquiazules comenzaron a presionar más arriba y enlazar posesiones largas en busca del 2-1, pero no consiguieron en ningún momento dar sensación de peligro sobre la portería de Mariño. Lo más peligroso fue un disparo de Hicham antes de ser sustituido que se marchó rozando el palo.

Ni el paso de los minutos, ni los cambios dieron al Málaga otro aire que le pudiera meter en el partido y acabó recibiendo una derrota justa. Los de Pellicer fueron inferiores desde el inicio, y el 2-0 inicial fue ya una losa imposible de levantar en el segundo tiempo. El tanto de Keidi Bare para recortar distancia ya en el tiempo de descuento llegó demasiado tarde para poder rescatar ni siquiera un punto.

El tropiezo en tierras asturianas vuelve a dejar a los blanquiazules en una posición bastante apurada. Tenían en su mano dejar la permanencia en Segunda prácticamente certificada y ahora deberán sudar de los lindo para conseguirla en las dos últimas jornadas frente al Alcorcón, en La Rosaleda, y frente al Almería en su estadio.