El Málaga CF está totalmente centrado en evitar los errores de la pasada temporada. La mala planificación e inestabilidad en los despachos hizo mella en el plantilla y el nivel de competitividad se vio muy mermado, tanto que la permanencia matemática en Segunda llegó a solo un par de jornadas del término de la competición.

Ahora, con todas esas lecciones aprendidas, Manolo Gaspar lleva meses trabajando, en consonancia con el administrador judicial, para brindar a Sergio Pellicer la mejor plantilla posible dentro de las numerosas limitaciones económicas que tiene la entidad.

La gran asignatura pendiente del pasado curso fue el gol, la eficacia en los últimos metros del terreno de juego. Al Málaga le salvó su gran muro defensivo, que además fue detonante para que Munir se alzase con el Trofeo Zamora en la categoría de plata. Un Munir que hace varios días abandonó la concentración blanquiazul y que, según apuntan medios turcos, ya ha pasado todas las pertinentes pruebas para convertirse en jugador del Hataysport.

Además de la solidez defensiva, los máximos anotadores de la última temporada fueron Armando Sadiku con 13 goles y una asistencia y Adrián con seis goles y dos asistencias. El albanés finalizó su vinculación con la entidad de Martiricos en julio y el capitán, pese a haberse mostrado en numerosas ocasiones dispuesto a negociar sus condiciones salariales, es probable que no vista el próximo curso camiseta ni brazalete en Málaga.

La dirección deportiva, consciente de esta necesidad, ya movió ficha con Orlando Sá y tiene cerrado a Caye Quintana, ambos delanteros centros puros. Un adelanto con respecto a la campaña 2019/20, en la que solo Sadiku era experto en dicha demarcación.

Los números del verano

Sin que sea un termómetro definitivo para el equipo, ya que aún está en plena reconstrucción, la mejora en la puesta en escena de este Málaga no disminuye la falta de pegada que se ha visto a lo largo de los últimos tiempos. Hasta el momento, el balance es de solo dos goles en cuatro partidos, uno de Adrián ante el Real Valladolid y el estreno del canterano Jesús Hoyos frente al Cádiz. Mientras tanto, suben hasta cinco los goles recibidos bajo los palos malacitanos: dos del Cádiz y los tres que firmó el Espanyol hace tan solo unos días.

En cada uno de los partidos el contexto ha sido diferente y, en líneas generales, los de Pellicer siempre han mostrado hambre de gol, han sido más verticales y agresivos que en ocasiones interiores. No obstante, los principales detalles a pulir son la concentración y organización en la medular, además de la pegada.

Las últimas incorporaciones podrían ser el punto de inflexión para la mejora de estas parcelas, pero hasta que no se produzca alguna salida, la patronal del fútbol español tiene «congelados» los anuncios oficiales de Caye Quintana o Luis Muñoz, este último sin duda el nombre del verano en el mercado de Martiricos. Antes, debe llegar la baja de Munir y de otros jugadores incluidos en el ERE.

Sobre el papel, el próximo Málaga CF tiene buena pinta: Dani Barrio, Caye Quintana, Escassi, Tete Morente, Yanis Rahmani, Orlando Sá... Pero es vital cerrar el proyecto para que los jugadores empiecen a conocerse y asociarse en el terreno de juego. En poco más de una semana dará comienzo en Tenerife una nueva y siempre exigente temporada en Segunda y el Málaga debe optar a algo más que la salvación in extremis.