Este fin de semana será cuando los equipos de Segunda División empiecen realmente a jugar con los jugadores que formarán parte de las diversas escuadras a lo largo de esta temporada, siempre a excepción de aquellos que puedan lesionarse y los posibles retoques que lleguen en el mercado de invierno.

En el caso del Málaga CF, con la llegada de Joaquín Muñoz en la noche del pasado lunes, Manolo Gaspar ha cerrado el círculo y ha logrado completar la plantilla. Un equipo con 18 fichas profesionales no será el más extenso de la competición, pero ya es una cifra mayor que la de la pasada temporada, a la que hay que sumar el granito que siempre aportan los miembros de la cantera. La revolución ha sido total: solo quedan Lombán, Luis Muñoz y Benkhemassa de los jugadores que compitieron la pasada temporada con la elástica blanquiazul.

El entrenador blanquiazul ahora tendrá que comenzar a engrasar una maquinaria que casi no ha tenido tiempo de rodar. Pero el tiempo apremia y el domingo este nuevo equipo tiene un duelo de alto voltaje ante la Unión Deportiva Las Palmas, un choque comprometido en el que los nuevos podrán seguir demostrando los buenos destellos que dejaron durante los minutos disputados la pasada jornada frente al Rayo Vallecano.

Analizando cada una de las posiciones, en portería el principal protagonista será Dani Barrio, aunque la llegada de Juan Soriano dará lugar a rotaciones bajo palos. Aún es pronto para sacar ningún tipo de conclusión sobre las cuatro actuaciones del meta asturiano en este arranque liguero, pero el buen historial de Soriano hace presagiar que este año aumente la competencia en la portería malaguista.

En cuanto al sistema de juego, en estas primeras jornadas el técnico de Castellón ha oscilado siempre entre el 4-3-3 y el 4-4-2, dependiendo de la incidencia del conjunto rival y de si el equipo costasoleño necesitaba más o menos concentración en defensa o ataque. La línea de cuatro es la más segura en estos momentos en los que todavía el equipo blanquiazul está sentando las bases de su fútbol y falta una pizca de sintonía entre líneas. Para ello, la opción de Pellicer y su staff técnico será la de Escassi y Juande o Lombán en el centro del núcleo defensivo, acompañados de Matos y Iván Calero en los laterales para avanzar en el juego. En esta posición también podrá seguir creciendo Ismael Casas, que además ayer se reincorporó al trabajo grupal en el Anexo de La Rosaleda.

En la dirección de juego todavía falta para ver al mejor Luis Muñoz. El que tuvo retuvo, y además se ha convertido en el pilar del proyecto actual, pero el de Nueva Málaga ha estado todo el verano trabajando en solitario y se nota, debe pulir sus destrezas.

En tramos en los que el Málaga quiera desplegar un juego más vertical y peligroso, Cristina y Yanis serán los encargados de aportar rapidez y explosividad al ataque. Las alternativas también suenan alentadoras con un Jozabed despierto y hábil rompiendo líneas, además de Jairo, Joaquín y los canteranos Hicham y Ramón que siempre ayudan a adelantar metros.

Ya sea con 4-4-2 o 4-3-3, en la última posición y la que más incógnitas tiene todavía que despejar es quién se convertirá en el «9» de referencia. Caye Quintana tiene garra, a Orlando Sá parece que le falta adaptación y lo visto de Chavarría deja muy buenas sensaciones, sobre todo con su juego de espaldas y a la hora de asociarse con el resto de sus compañeros. Estos son los hombres de Pellicer y tienen hambre de fútbol, pero solo el tiempo dictará su futuro en Martiricos.