Sin demasiados días para el descanso vuelve a rodar el balón en LaLiga Smartbank, esta vez en La Rosaleda. El tercer partido de la temporada en el templo es un reto competitivo a gran escala, como lo fue el de Zaragoza. Y es que este Sporting que llega hoy a la capital de la Costa del Sol es un equipo que se está ganando recuperar tintes de club de Primera con un comienzo bárbaro: cuatro victorias consecutivas.

El Málaga, por su parte, sigue su curso de crecimiento entre agradables sensaciones y un puesto de play off que podría convertir se en ascenso directo si se gana y se dan los resultados ajenos. Es un duelo, desde luego, en las alturas.

El conjunto de Pellicer encara la primera de las jornadas intersemanales que se convertirán en típicas durante la temporada. El comienzo tardío por el retraso de la pandemia ha traído un carrusel de partidos sin apenas tregua para el descanso, por lo que las rotaciones serán la vía de escape. «En estos dos partidos habrá cambios», aseguró el técnico de Nules en la previa, refiriéndose a Sporting y Mirandés.

Adelantó que tanto Orlando Sá como Cristo, lastrados en días anteriores por sus lesiones, vuelven a contar para entrar en la convocatoria. Lombán podría tener minutos en la defensa y piezas como Jozabed o Samperio pueden gozar de más protagonismo. El despliegue físico de Zaragoza también es un aliciente para tirar de fondo de armario.

En frente, un equipo rocoso y dañino en ataque: «Tiene mecanismos muy claros, David es un entrenador con una filosofía muy clara y está tratando de proponer un juego asociativo y muy dinámico. Trata de atraer para manejar los espacios, maneja muy bien todos los registros y arriba tiene mucho dinamismo. A nivel defensivo es muy solidario, será un contexto de partido diferente al de Zaragoza. Nos hará estar muy sólidos a nivel defensivo» examinó el entrenador malaguista.

Los seis goles a favor de los rojiblancos les han otorgado 13 puntos de 18 posibles y sus capacidades defensivas y las paradas de Mariño salvaron, por ejemplo, un punto que parecía perdido en la jornada anterior.

Rival de la zona noble

El Real Sporting de Gijón regresa a un campo maldito. No ganan en La Rosaleda desde que el conjunto malagueña se denominaba CD Málaga. Era el año 1983. Son 37 años de malfario que en la práctica poco suponen. El conjunto asturiano está en el Top 3 de mejores equipos en este inicio liguero (cuatro victorias, una derrota y un empate). Tienen una plantilla con jugadores de calidad y con currículum contrastado en la categoría de plata: Mariño, uno de los grandes porteros de Segunda, Javi Fuego, Cristian Carmona, Pedro Díaz o Djurdjevic, máximo artillero de la Liga con 4 goles.

Desde Gijón, sin embargo, no están demasiado convencidos del juego del equipo, basado en una gran defensa (solo han encajado dos goles, ninguno en las cuatro primeras jornadas) pero con un juego pobre que contrarrestan con el acierto de cara a gol. Su técnico, David Gallego, habló en clave Málaga en la previa: «Sabemos sus características esenciales, viene de conseguir una victoria muy importante en un campo muy difícil. En bloque alto presiona muy bien y necesita muy pocos toques en ataque para llegar a la zona de finalización. Es un equipo que le da muchísimo ritmo a los partidos», analizó.

El Málaga buscará hacer del jueves un día adecuado para volver a dormir en la zona noble. Citando a Pellicer, estamos ante «una prueba de alto voltaje».