Siete puntos de nueve posibles en la gincana de cinco partidos en dos semanas. El Málaga ha superado las tres primeras pruebas sin perder, y ahora afronta la recta final con dos retos mayúsculos. Dos recién descendidos. Dos superiores en puntos y presupuesto. Mallorca primero, Espanyol después (próximo lunes). El equipo balear, tercero en la clasificación e invicto desde la segunda jornada liguera, evaluará a los de Pellicer en un duelo de altos vuelos con rachas que seguir y tendencias que romper, y viceversa.

El Málaga vuelve a la acción sin contar con Benkhemassa (molestias), Joaquín, Hicham e Ismael. Cuatro días después de sobrevivir al Mirandés con un empate de esos que se valoran con el paso de los meses. La tendencia del equipo boquerón está siendo un dibujo imposible de adivinar -Pellicer ha utilizado a más de 25 jugadores diferentes- sumado a grandes primeras partes que quedan emborronadas en la segunda. La gasolina y la capacidad de cerrar los partidos impiden al Málaga ganar con tranquilidad. Los finales taquicárdicos no han faltado en Zaragoza (1-2) y en La Rosaleda ante el Sporting (1-0) y el Mirandés (1-1).

El «unocerismo» está siendo el camino, pero es una filosofía peligrosa. Puede verse desde dos prismas. Es una manera de decir que se ha ganado sin encajar gol (y por tanto, valorar que se es sólido en defensa) y con un misma recompensa que un 4-2 o un 3-0. También es, sin embargo, una forma de aviso a navegantes y aficionados: se gana pero lo mismo que se gana se ha podido empatar e incluso perder. El Málaga anda en ese filo entre el bien y el mal. Seis goles en ocho partidos son 14 puntos sí, pero bien sufridos. Debido al contexto de jugadores nuevos y muchos de ellos en proceso de coger la forma, se perdona. Ya lo dice Pellicer: «Recordaremos estos puntos en el futuro». Aunque un partido sin sobresaltos no vendría nada mal al malaguismo.

Cambiar esa tendencia es lo que Pellicer y los suyos tienen como deber. No se espera, visto lo visto ante el Mirandés, que lo que ha funcionado hasta hoy se toque. Luis Muñoz, Ramón, Rahmani y Chavarría apuntan al once. Calero, Mejías, Escassi, Juande y Matos para cerrar filas. ¿Soriano o Dani Barrio en portería? Las rotaciones seguirán, confirmó Pellicer, aunque dejó un nuevo matiz: «Queremos irnos encontrando, asentando las bases».

Mallorca: eficiencia y solidez

Espera en tierras mallorquinas el equipo de Luis García con una de las mejores plantillas de Segunda. Salva Sevilla, Aleix Febas, Dani Rodríguez, Baba o Ruiz de Galarreta en la sala de máquinas; el trabuqueño Manolo Reina en portería, que buscará récord de imbatibilidad ante el club de su tierra; la verticalidad de Lago Junior en el costado o la promesa Luka Romero, que con 15 años tiene a las selecciones de Argentina, México y España peleándose por él.

Los bermellones son terceros en LaLiga Smartbank y se asemejan mucho, por su diagnóstico de juego, al Málaga de Pellicer. También ellos han anotado tan solo 6 goles (dos de penalti) en 8 jornadas que le han dado 15 puntos de 24 posibles.

Tienen un problema de cara a gol que consiguieron desquitarse en la jornada anterior ante el Alcorcón (0-2). Han empatado a cero en tres ocasiones y han ganado por la mínima en dos . Una única derrota, contra el Rayo en Son Moix por 0-1, los priva de ser invictos. Es el equipo menos goleado junto al Espanyol.

Basado en una defensa sólida y un portero descomunal, recibe a un Málaga que cuenta por victorias sus últimas tres visitas al estadio balear. «Nos enfrentamos a un rival que es un depredador. Son muy sólidos y tienen muchos mecanismos para hacerte daño», los analizó Pellicer. Dormir en el podio sería el premio del triunfo.