Si hablamos de La Academia pensamos rápidamente en Samu Castillejo, Fornals, Brahim, Ontiveros... También en jugadores que a día de hoy visten la elástica blanquiazul como Luis Muñoz, Ismael Casas, Juande o Ramón. Pero el poder de la cantera de Martiricos no se acaba en el primer equipo masculino, ni mucho menos. La misma estructura que tanto éxito ha dado y que ha llevado a jugadores malagueños y malaguistas a la élite nacional e internacional también da sus frutos en el equipo femenino, dirigido esta temporada por Nati Gutiérrez.

Prueba de ello es Alejandra López Rico, «Ale» para sus compañeras y amigos. Este es el primer año que la joven de Torre del Mar juega totalmente asentada en el primer equipo blanquiazul. Además, su estreno con «las mayores» no podría haber sido mejor: pese a jugar de lateral, ya ha marcado un gol en los cuatro encuentros del Málaga CF Femenino en la Liga Reto Iberdrola.

El buen hacer en las categorías inferiores se hace patente con el crecimiento profesional de futbolistas como Ale, que poco a poco va pidiendo paso. «En el primer equipo siempre se ha tirado mucho del filial, yo he coincidido ahora con jugadoras que estuvieron hace tres años. Esta temporada en especial hemos subido más niñas y ahora mismo con el primer equipo hay 6 ó7 de filial, es un gran número», apunta la defensa.

Cuando llegó a la entidad de Martiricos, notó la diferencia desde el primer momento. «Estaba acostumbrada a otra cosa en los entrenamientos, incluso a ligas distintas. El primer año que llegué al Málaga era todavía infantil, pero jugué en cadete porque no había equipo. Los niños eran más grandes y los partidos muy distintos», comenta. Estuvo tres años en el Promesas y, curiosamente, en el último de ellos coincidió con Nati Gutiérrez.

En ese curso, Ale destaca la buena relación con la entrenadora malagueña y el buen grupo que se creó. Cuando pasó al filial dejó de estar a las órdenes de la actual técnico, pero subraya que Nati iba mucho a verlas jugar. «Cuando me llamó este verano me dio una alegría, me dijo que ya me conocía y tenía mucha confianza en mí, le estoy súper agradecida».

El crecimiento del fútbol femenino es una realidad, es cosa del presente, pero para llegar al punto actual ha habido mucho trabajo en el pasado y aún queda más por hacer de cara al futuro. Ale es muy consciente de ello, en gran medida gracias a los consejos y el apoyo constante de Gutiérrez.

La entrenadora se muestra siempre cercana con sus jugadoras y enriquece los fundamentos puramente futbolísticos con anécdotas y experiencias. «Nati nos dice que tenemos mucha suerte porque ahora tenemos lo que han ido construyendo las que han jugando antes y no tenían tantas cosas. Pero esto es solo el principio. Es verdad que es difícil, pero lo que tenemos ahora también se veía difícil antes. Nati nos dice que poco a poco seguro que se llega», comenta Ale al ser cuestionada sobre si cree que llegará el punto en el que la profesionalización de las jugadoras de fútbol sea plena. «Nati siempre que puede nos cuenta experiencias para que nos demos cuenta de lo que tenemos y lo aprovechemos», resalta la joven lateral.

Ahora, una vez superado unos meses de enorme inestabilidad e incertidumbre, el equipo empieza a rodar. «El final de temporada pasado fue atípico, no acabamos la Liga, se cortaron los entrenamientos de repente... No nos hacíamos una idea de lo que se nos venía y la pretemporada ha sido un caos, un día entrenábamos donde podíamos, pero muchos días lo hacíamos en casa, con videollamadas para no perder el contacto ni la forma», explica Ale.

En los partidos disputados hasta la fecha (exceptuando la primera jornada, cuando se suspendió el choque frente al Cáceres por casos positivos de Covid-19), las blanquiazules atesoran un balance de una victoria y tres derrotas. Pese a caer con el Granada en los últimos minutos, Ale logró anotar su primer tanto en el primer equipo. «El año pasado solo marqué un gol en toda la liga. Fue muy guay, todavía no sé ni cómo pasó, pero así puedo ir cogiendo ritmo de competición», analiza la defensa axárquica.

Y aunque quizá sea pronto para definir objetivos, por calidad y por historia el Málaga CF Femenino aspira a estar ahí arriba. «En un primero momento teníamos que mantener la categoría, pero cuando se ha visto el equipo que se ha formado, el grupo, lo bien que se estamos trabajando y el compromiso, podemos ir a algo más y luchar por el ascenso».

Para Ale, su reto personal de cara a la presente campaña es seguir aprendiendo para ganar confianza: «Son muchos días de entrenamiento, muchas horas, parece que no se nota, pero así se aprende y se mejora». Las futbolistas del mañana ya están aquí.