La Rosaleda se ha convertido en estadio amuleto par el Cartagena, aquí ascendió este verano a Segunda y aquí ha logrado romper la racha de seis jornadas sin ganar. El Málaga, mermado por las bajas y roto tras el empate, no logró reponerse de las adversidades y sucumbió ante el buen planteamiento de los murcianos.

El inicio de encuentro, con mucha intensidad y presión por ambas partes, fue la carta presentación de lo que sería la primera parte en La Rosaleda. Hasta la fecha, ninguno de los dos equipos se habían enfrentado en competición oficial, así que el contador estaba a cero en todos los sentidos.

Los blanquiazules avisaron pronto de sus intenciones: no querían abandonar la parte media alta de la clasificación. Orlando Sá, principal novedad en el once por las bajas de Chavarría y Caye Quintana tuvo una ocasión clarísima de peligro en el minuto cuatro que finalmente quedó desaprovechada.

Unos y otros se mostraron jerárquicos y organizados, aunque el Málaga parecía un paso por delante. Calero logró cortar con inteligencia una jugada peligrosa de Rubén Castro y los de Pellicer fueron paulatinamente avanzando metros. Centrados en la portería de Marc Martínez, tras varios rechaces Cristian recibió fuera del área, se giró y envió un misil a la escuadra que el guardameta del Cartagena no pudo evitar. Antes de que se cumplieran los primeros 20 minutos de juego, el Málaga ya iba por delante. El mismo Cristian volvió a intentarlo instantes después también desde lejos, pero Martínez esta vez la paró a ras de césped.

La pausa y la calma con la que los de Martiricos bajaron el ritmo para aprovechar la ventaja duró poco. Pese a estar en posición muy, pero que muy dudosa, Álex Gallar batió a Soriano y devolvió las tablas. La jugada fue revisada por el VAR y aún así, inexplicablemente, subió al marcador. El Cartagena se creció en el césped y el Málaga fue poco a poco difuminándose, alejándose de la portería rival.

En la segunda parte, el Cartagena salió lanzado y decidido, buscando amortizar el gol ya logrado para empatar. Tal fue así que Mejías tuvo que frenar pocos instantes después de la reanudación pero el vendaval murciano no cesó hasta que De la Bella logró anotar el tanto del 1-2 que dejaría totalmente tocado al equipo de Pellicer.

Para afrontar los últimos veinte minutos del encuentro, el Cartagena tenía el partido donde quería, estaba cómodo, conseguía que al Málaga le costase horrores crear juego y llevar la iniciativa para revertir el encuentro. Pellicer optó por un triple cambio con Cristo, Luis Muñoz y Caye Quintana en el verde para dar solide y seguridad en la creación de peligro, pero tampoco dio resultado porque los de Borja Jiménez defendían sin dar muchas opciones. Como consecuencia, el Málaga perdió acierto en los pases y a duras penas pasaba de tres cuartos de campo.

Las bajas en el Málaga CF, la mala suerte, las incongruencias arbitrales y la gran necesidad del Cartagena de reencontrarse con la victoria para poner distancia con el descenso fueron los ingredientes del cóctel de la derrota del plantel de Sergio Pellicer. Una frenada para los blanquiazules después de dos victorias y un empate en las últimas tres jornadas. Un toque de atención para que ni los jugadores ni el cuerpo técnico olviden lo difícil y disputada que es la categoría de plata. El cansancio de las últimas semanas se nota, ahora solo queda descansar y volver al trabajo para corregir errores. Así es la Segunda División.