El Málaga lo intentó, lo peleó, logró sobreponerse de las dificultades... Pero aún así no fue suficiente para puntuar en casa del Almería, club en puestos de playoff y centrados en el ascenso a Primera. Se sabía que el duelo iba a ser disputado y muy complicado, pero el resultado final del marcador no reflejaba lo visto en el Estadio de los Juegos Mediterráneos durante los 90 minutos de juego.

Los de Pellicer, conscientes de la dificultad del encuentro, trataron ganar metros desde los primeros minutos de juego, solo habían pasado cuatro minutos cuando llegaron por primera vez al área almeriense. La mala suerte llamó a la puerta del conjunto blanquiazul para complicarle la vida bien temprano. Calero cayó al césped después de recibir un preocupante golpe en la rodilla. Los equipos médicos salieron al instante y tras varios minutos de evaluación, el lateral de Parla fue sustituido. Con tres jugadores del filial ya en el verde, Pellicer tuvo que cambiar el dibujo para alinear a otro profesional en su lugar, Benkhemassa fue el elegido.

El argelino fue protagonista solo unos instantes después de ingresar al campo y no por nada bueno. Benkhemassa cometió un error garrafal en la salida de balón que concluyó con el 1-0 del Almería. Villalba aprovechó el fallo y asistió a Sadiq para batir a Dani Barrio en el minuto 11 de juego. Lesión de Calero y gol en contra, doble jarro de agua fría para los de Pellicer.

Este mazazo inicial obligó a los blanquiazules a recalcular la hoja de ruta. Al Málaga le costaba tener la posesión y en la medular perdía balones peligrosos. Mientras tanto, el Almería de Jose Gomes se mostraba seguro, vertical y rápido. En varias acciones a los malacitanos no lograron cerrar espacios con solvencia y los locales tuvieron varias ocasiones de gol. En una de ellas, Dani Barrio tuvo que sacar una mano providencial para despejar un disparo de Aketxe.

Pero conforme avanzaba el crono, el Málaga iba leyendo mejor el partido, empezó a encontrarse más cómodo en ataque y concentrado en defensa. Adelantó la línea de presión y mejoró la dinámica en el tramo final de la primera mitad. Pese al miedo de que se acabase el primer tiempo sin materializar la mejoría en el césped, después de error de Villalba Caye Quintana y Joaquín se combinaron a la perfección adelantando metros para finalmente batir a Fernando Martínez. Con el empate en el marcador y todo por decidir, los jugadores se marcharon a vestuarios.

En la reanudación, el Málaga mantuvo la inercia que le llevó al gol del 1-1. El planteamiento de Pellicer dejó atascado al conjunto indálico que se difuminó y no consiguió encadenar las acciones que sí preocupaban a los boquerones en la primera mitad. Para dar algo de oxígeno al ataque, el técnico de Nules sentó a un Caye Quintana en gran estado de forma para dar minutos a Pablo Chavarría en su regreso tras la lesión.

Todo lo que el equipo de Jose Gomes intentaba filtrar por la dentro acababa siendo frenado por los malacitanos, los espacios que dejaban los de Martiricos eran cada vez más reducidos. El desgaste físico se hacía notar y el Málaga, cómodo, llegaba menos a campo rival pero no dejaba de intentarlo. En dos acciones al contraataque, Chavarría y Joaquín se asociaron para desafiar al guardameta del Almería, justo después llegó Ramón con un disparo en largo que obligó a Fernando a salir a despejar.

Cuando más cerca parecía estar el gol malagueño, el Almería aprovechó los mínimos errores blanquiazules para hacer sangre. Primero, hasta tres jugadores se adelantaron frente a Dani Barrio tras un momento de desorganización por la jugada anterior. Así llegó en el 78 el 2-1 de Maras. El tiempo de reacción era muy limitado, Pellicer dispuso un triple cambio con Escassi, Matos e Hicham -este último regresaba después de la lesión de la jornada 2-, pero fue en vano. La estocada final la dio Ramazani en el descuento, apurando que el Málaga estaba centrado en ataque para tratar de arañar un punto.

Demasiado castigo para un conjunto costasoleño que mostró varias mejoras con respecto a jornadas anteriores. La envergadura del rival hacía que la derrota pudiese entrar en los planes, pero el desarrollo del encuentro deja un sabor agridulce para los de Pellicer, que merecieron algo más en el derbi ante el Almería.