El Málaga CF nunca ha sido un equipo conocido por sus buenas actuaciones coperas. Pero es que en los años más recientes su participación en la competición del K. O. ha sido prácticamente testimonial, cayendo a primeras de cambio en las cinco últimas temporadas y con algún que otro sonrojo ante equipos de inferior categoría. Enero de 2015. Esa es la fecha de la última vez que el club de Martiricos salió airoso de una eliminatoria copera.

Con Javi Gracia en el banquillo, los blanquiazules firmaron una buena temporada y cuajaron la mejor actuación en la Copa de la historia reciente del club. Tras eliminar al Deportivo de la Coruña y al Levante, alcanzaron los cuartos de final, donde ya no pudieron seguir avanzando tras empatar 0-0 en La Rosaleda y caer por 1-0 en el Nuevo San Mamés frente al Athletic de Bilbao. Desde entonces, el cuadro de Martiricos no ha vuelto a saborear una clasificación copera. De hecho, ese encuentro de ida octavos de final frente al Levante en La Rosaleda -2-0, con goles de Juanpi Añor y Ricardo Horta- es la última victoria del equipo en este torneo.

Desde ahí, sonrojo tras sonrojo. Es cierto que en ocasiones esta competición supone para muchos clubes centrados en otros objetivos una molestia más que una opción de pelear por algo bonito, pero tampoco es necesario manchar el escudo del club con actuaciones vergonzantes como las que se han protagonizado en las últimas campañas, sobre todo con la imagen dada el pasado curso en el partido ante el Escobedo de Tercera.

En la temporada 2015/2016, un Málaga de Primera con Javi Gracia en el banquillo cayó a primeras de cambio con el Mirandés, equipo de Segunda por aquel entonces. Los blanquiazules perdieron ambos partidos, 2-1 en Anduva y 0-1 en La Rosaleda. En la 2016/17, el verdugo fue el Córdoba, equipo que militaba en la categoría de plata. El Málaga de Juande Ramos volvió a caer en los dos encuentros de la eliminatoria, 2-0 en el Nuevo Arcángel y 3-4 en Martiricos. Una campaña después, temporada del descenso a Segunda, los de Míchel tampoco fueron capaces de superar en su primera ronda a un rival de división inferior y fueron apeados por el Numancia. Tras perder 2-1 en Los Pajaritos, no pudo pasar del 1-1 en la vuelta en casa.

En la temporada 2018-2019, un Málaga ya de Segunda volvió a tropezar en su primera aparición copera. En esta ocasión fue el Almería -equipo también de LaLiga SmartBank- el que le dejó fuera en una eliminatoria a partido único disputada en La Rosaleda (1-2).

Y ya la temporada pasada llegó uno de los ridículos más serios que ha protagonizado el Málaga en la última década. El equipo dirigido por Víctor Sánchez del Amo firmó una eliminación vergonzante ante la Unión Montañesa Escobedo -equipo cántabro del Grupo III de Tercera División- en Camargo (2-0).

Este miércoles, el Málaga vuelve a la Copa del Rey para verse las caras con el Coruxo, club gallego que milita en Segunda B (15.15 horas). El objetivo del equipo costasoleño esta temporada está claro, mantenerse en LaLiga SmartBank y a partir de ahí empezar a crecer para regresar cuanto antes a dónde merece, por lo que una eliminación no sería ningún drama a nivel institucional, ni ya supondría una sorpresa visto lo visto años atrás. Pero lo que tienen que tener claro los jugadores que alinee Sergio Pellicer en O Vao es que la camiseta y el escudo de este club no puede volver a ser manchado. La afición no lo merece.