El 2020 nunca lo olvidaremos. Un año en el que la población ha soportado una pandemia mundial que ha provocado cambios en nuestros hábitos de vida desde marzo, y que aún estará presente fastidiando unos meses más, pero que en clave blanquiazul también ha sido de lo más movido.

El año que está a punto de concluir será recordado por los malaguistas como el tiempo en el que se consiguió apartar a los Al-Thani de la gestión del club -todavía de forma provisional- para empezar a ver la luz a final del túnel y volver a disfrutar de su equipo. Pues este 2020 concluye hoy domingo a nivel deportivo con la visita del UD Logroñés a La Rosaleda, donde el Málaga no gana desde el 12 de octubre, cuando se impuso al Sporting en la 7º jornada (1-0).

El conjunto blanquiazul quiere romper su sequía en casa tras cinco encuentros consecutivos sin ganar como local -dos empates y tres derrotas-. Recuperar la alegría en un estadio que volverá a estar huérfano de su afición daría al Málaga la oportunidad de llegar al parón navideño asentado en la zona media-alta de la tabla con 28 puntos a falta de dos jornadas para terminar la primera vuelta.

Para ello, los de Sergio Pellicer deberán imponerse a un rival venido a menos en las últimas semanas con las bajas destacadas de Juande, Hicham y Jozabed y la recuperación de Matos a última hora. El once que pondrá en liza el míster de Nules plantea algunas incógnitas. Empezando por la portería, Juan Soriano podría volver a ser titular siguiendo el sistema de rotaciones habitual. En defensa, Casas, Lombán y Escassi parecen fijos y la duda está en el lateral zurdo. En función del estado físico de Matos Pellicer podría apostar por él o por Cristo. Del centro del campo en adelante todo está mucho más claro. Ramón y Luis Muñoz formarán el doble pivote; Joaquín Muñoz y Yanis Rahmani -vuelve tras ser baja en Almería- ocuparán las bandas y Pablo Chavarría estará en punta de lanza. El hueco que queda libe podría ser ocupado por Cristian u otro jugador de ataque, si Pellicer opta por una apuesta más ofensiva ante un equipo necesitado.

El conjunto riojano acumula cinco derrotas consecutivas en Liga, incluyendo el tropiezo en el partido atrasado de la jornada 2 frente al Girona. Además, este miércoles el Amorebieta de Segunda B le apeó de la Copa del Rey (1-0). Tras una racha de seis victorias consecutivas que le metió en una zona cercana a los puestos de play off, el último mes ha sido nefasto para los intereses de los de Sergio Rodríguez, que ahora están en la 15ª posición con 23 puntos, dos menos que los blanquiazules.

El Málaga CF no gana el último partido del año desde 2015. No se me ocurre otra mejor ocasión para cortar esta racha y despedir este convulso 2020 con un triunfo que deje un buen sabor de boca de cara a las fiestas navideñas.