El Málaga CF ha experimentado en 2020 cambios históricos. Ya al inicio se encontró con un inesperado relevo en el banquillo, derivado de la filtración de imágenes íntimas de Víctor Sánchez del Amo. Luego, ya con el técnico del filial, Sergio Pellicer, al frente de la primera plantilla, la intervención judicial introdujo una austeridad económica inédita. Con diversas restricciones impuestas por LaLiga, no quedó más remedio que tirar de la cantera para suplir carencias en cuanto a nuevos fichajes.

Así se resume, a grandes trazos, lo que ha sido el año que mañana acaba. Para el club de Martiricos, con los buenos números que pese a todo ha encadenado Pellicer (el quinto mejor equipo de la categoría en una hipotética clasificación de enero a diciembre), la participación de hasta 31 canteranos resolvió incógnitas que podrían haber propiciado la desaparición.

En el actual proyecto hay varios nombres propios en la sombra, de esos que no acaparan renglones, y a los que tanto Pellicer como el director deportivo y en su día canterano, Manolo Gaspar, les deben parte de su brillo en la óptima gestión de este Málaga CF en reconstrucción.

Muchos de esos más de 30 jóvenes de sobrada calidad que han saltado al campo o han participado en convocatorias o amistosos nos mencionan a técnicos del filial, a personal que se encarga del material, recuperadores y entrenadores de porteros. La lista sería interminable. Es injusto mencionar a uno, a cinco. Los propios jugadores expresan que más de uno se siente hasta cómodo en el anonimato. Pero todos recalcan que, como si de una familia se tratara, el éxito del futbolista que se suma al primer equipo se celebra colectivamente.

Es quizás el secreto «que mejor explica» esos buenos frutos que el adiestrador castellonense recogió al mantener la categoría y acumular hasta 26 puntos en 19 jornadas disputadas de la Liga SmartBank. En la relación de canteranos que a lo largo de este año se han dejado ver en encuentros o convocatorias figuran tres porteros, nueve defensas, ocho centrocampistas y un total de 11 delanteros.

Antoñín pertenece al último de esos cupos. A finales de febrero se despidió de la afición malaguista y puso rumbo al Granada CF después de haber anotado cuatro dianas hasta entonces. Se había convertido en auténtico héroe para la parroquia malaguista y su baja se convirtió en el primer reajuste en la por entonces recién llegada dirección judicial.

Otros nombres propios dentro del capítulo ofensivo lo marcan el marroquí Hicham, que ha combinado buenas actuaciones en el filial y también en el primer equipo. Juan Cruz, Julio, Issa Fomba, Camacho, Hugo, Hoyos, Villodres, Tighadouini o Zúñiga son arietes que también, con un mayor o menor protagonismo, emergieron de la Academia blanquiazul.

Pero si hablamos de goles en lo que va de curso, debemos remarcar el acierto del central Juande y del centrocampista Ramón Enríquez. Ambos han brillado con luz propia, así como otros zagueros, Ismael Casas o Luis Muñoz, o el mediocentro Benkhemassa.

El listado de canteranos que en estas dos campañas ganaron protagonismo lo completan los metas Strindholm, Kellyan y Gonzalo; los defensas Benítez, Iván Rodríguez, Cristo, Mikel Villanueva, Eu y Quintana; y los centrocampistas Larrubia, Boulahroud, Mini e Iván Jaime o los Juanpi y Keidi.