Ni los problemas económicos, ni los procesos judiciales abiertos ni ser una de las plantillas con menor presupuesto de la categoría de plata. El gran lastre de este Málaga CF están siendo las decisiones arbitrales, las polémicas con el VAR y la doble vara de medir.

Y sí, errar es de humanos y hay veces en que ese factor puede influir en un momento determinado, pero no semana a semana a lo largo de las 20 jornadas ligueras que el conjunto de Pellicer lleva disputadas.

Además, tal y como ha comprobado el club de Martiricos desde el último descenso, la Segunda División es un torneo larguísimo con la competitividad por bandera. Un par de puntos te puede catapultar a los puestos de play off o acercar a la zona del farolillo rojo.

Pero el quid de la cuestión es que no han sido pocos los arbitrajes que han acabado perjudicando a los blanquiazules. Hay algo raro y que no encaja en todo este asunto, los criterios bailan según el partido y los rivales que se estén enfrentando.

Echando la vista atrás en la presente temporada, ya hay al menos una decena de acciones controvertidas en las que los de Pellicer acaban en desventaja.

Con empate en el marcador ante el Almería, subió un tanto para los rojiblancos pese a que Sadiq intentase rematar llegando desde un claro fuera de juego.

Volviendo a la posición antirreglamentaria, ante el Cartagena se dio como válido el gol que anotó Álex Gallar en fuera de juego y además minutos después se ignoró una mano de este mismo jugador.

Ante el Mallorca el Málaga pudo hacer poco ante un rival superior sobre el papel y en el terreno de juego, pero podría haberse revisado un penalti sobre Escassi.

Y por último, la incomprensible expulsión de Yanis Rahmani ante el Logroñés, que además de dejar a sus compañeros con uno menos durante 55 minutos, hacía aumentar la presión para no cometer alineación indebida por falta de profesionales.

A todo esto hay que sumarle que este curso el Málaga no ha tenido todavía ningún penalti a favor, hay que montarse a la jornada 32º de la 2019/2020 para ver a un jugador blanquiazul ejecutando la pena máxima.

Pellicer siempre trata de poner calma y no quejarse del arbitraje, pero la paciencia de todos en Martiricos está al borde del límite. «La balanza está desnivelada en nuestra contra. Tenemos que saber entender el juego y el saber fingir parece que tiene un premio», alegó en última instancia el míster de Nules dejando entrever el malestar.

Durante estas últimas horas, solo ha bastado con pasar tan solo unos segundos por las redes sociales para palpar el enorme enfado y hastío de los seguidores blanquiazules con las decisiones arbitrales, concretamente después de repasar el choque del pasado domingo frente al Albacete.

En el Carlos Belmonte, primero Cristian vio una amarilla escasos segundos después del pitido inicial, no se revisó el penalti sobre Ortuño que acabaría dando el empate, pero tampoco la acción sobre Joaquín Muñoz tras un contacto claro de Caballo sobre el futbolista de Miraflores dentro del área. Lo que sí hizo el colegiado fue amonestar a Muñoz por las protestas.

En la misma línea, González Esteban tampoco se detuvo en una de las últimas jugadas, donde el Málaga estuvo a punto de sellar la victoria. Solo se revisó la acción para decretar que Juande estaba en fuera de juego, pero antes de llegar a la posición antirreglamentaria se produjo la falta.