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Entre la ilusión por la Copa y la exigencia de la Liga

El Málaga prepara la próxima jornada liguera frente el Real Oviedo con un ojo puesto en el sorteo de Copa del Rey

Sergio Pellicer, en un entrenamiento anterior.

Sergio Pellicer, en un entrenamiento anterior. / Málaga CF

Mar Bianchi

Mar Bianchi

Aún dura en Martiricos las sonrisas después de haber pasado de ronda en la Copa del Rey. El equipo necesitaba una palmadita en la espalda después de varios encuentros culminando una buena prestación, pero siempre a las puertas de obtener un resultado satisfactorio.

La euforia tiene razón de ser, ya que hace varios años que el Málaga CF no se lleva alguna que otra alegría en la competición copera. Echando la vista atrás, el año pasado ocurrió el fiasco ante el Escobedo, en 2018 también cayó eliminado ante el Almería en la primera ronda que disputó y tanto en 2017 como 2016, no pasó de los dieciseisavos ante Numancia y Córdoba. Hay que ir hasta la temporada 2014/15 para encontrar una buena actuación del conjunto blanquiazul en este torneo, ese año eliminó primero a Dépor y después al Levante para plantarse en octavos de final ante un histórico como el Athletic de Bilbao. El encuentro fue igualado y el Málaga peleó hasta el final: la idea en La Rosaleda se saldó con empate a cero, pero Aduriz puso el 1-0 definitivo para apear a los malacitanos en San Mamés.

El misterio de quién será el próximo rival del equipo de Pellicer en esta edición de la Copa del Rey se resolverá hoy mismo, a partir de las 13:00 horas. La probabilidad de cruzarse con un equipo de la máxima categoría es alta, así que a lo único -y más importante- que les queda a los miembros del plantel es la licencia para soñar. También cabe a destacar que lo mejor de la siguiente ronda será que se juega en fin de semana, concretamente el próximo. De esta manera, además del tiempo de preparación, Pellicer y su cuerpo técnico podrán alinear a un once de gala sin temor al desgaste físico.

Pero a día de hoy, hay que pensar en la Segunda División. El Málaga CF ahora quiere aprovechar el impulso que dio el gol de Pablo Chavarría en el minuto 118, convertir la alegría en energía porque en la competición liguera no se puede dormir en los laureles. La racha en LaLiga SmartBank no está siendo la deseada, quitando los momentos de mala fortuna y las ya numerosas decisiones arbitrales perjudiciales, los de Pellicer no suman de tres desde el pasado mes de diciembre, cuando se impusieron por 0-2 ante el Fuenlabrada. Después, derrota con Cartagena y Almería y empates frente Logroñés y Albacete -con la victoria copera del Coruxo entre medias-.

Ahora sí que sí, es el momento de dar un paso más hacia delante, acortar distancia con el objetivo de esta temporada y dejar al Real Oviedo k.o. también en Liga. Ganar supondría una doble recompensa: primero, la indudable satisfacción de batirles dos veces en poco más de tres días y segundo, poner distancia con un rival directo en la clasificación. En la lucha por la permanencia, Málaga y Oviedo se encuentran uno tras otro en la tabla, con un único punto más en el zurrón de los costasoleños.

Sin tiempo para descansar, el equipo ayer volvió a reunirse en Martiricos para una nueva sesión de entrenamiento. Después de una charla técnica de Pellicer, los jugadores que disputaron más minutos en el duelo de copa tuvieron una sesión de trabajo preventivo en el gimnasio.

Una vez más hubo especial presencia de La Academia con Eu, Mini, Juan Cruz, Julio, el propio Dani Strindholm y el juvenil Haitam, este último llegó a jugar el miércoles pasado ante el Real Oviedo.

En la enfermería siguen pendientes de la evolución de Hicham y Jozabed, que siguen con labores de reintegración paulatina a la dinámica del grupo. También Matos, que ayer se centró en ejercicios específicos para sus dolencias.

Hoy tendrá lugar un nuevo entrenamiento matutino, a partir de las 11:00 horas, para seguir retocando al plantel de cara al choque de mañana frente al conjunto carbayón. Instantes después, empezará el sorteo copero.