La dirección deportiva encabezada por Manolo Gaspar, y con hilo directo con el administrador judicial José María Muñoz, tenía el verano pasado la complicada misión de confeccionar una plantilla competitiva que pudiese lograr la permanencia en la categoría, pero contando con un margen mínimo de gasto debido a los problemas financieros e institucional que arrastra el club en los últimos años. El mayúsculo reto se cumplió con creces pero, casi en el ecuador de la temporada, ahora la pregunta es cuántos jugadores de los que vinieron con solo un año de vinculación se quedarán en el barco malacitano curso que viene. Uno de los que vinieron en esas condiciones para, en teoría, solo un curso es Yanis Rahmani, cedido del Almería. Aunque el Málaga tiene en la manga una opción a compra.

El rendimiento del francoargelino con la camiseta blanquiazul gusta a cuerpo técnico, dirigentes y afición, pero que permanezca o no en la entidad de Martiricos la próxima temporada es un interrogante que, según palabras del propio jugador, ni siquiera está en sus manos.

En una entrevista en Ser Deportivos Málaga, Yanis remarcó que el club costasoleño está en «otro nivel». «Es una locura estar aquí, un privilegio, así que disfruto del momento y del día a día».

Haciendo referencia a su futuro próximo, el extremo remarcó que «no me importaría nada» seguir en Málaga, pero «tampoco estoy diciendo que lo vaya a hacer, no se puede saber lo que va a pasar dentro de seis meses. Si sigo a un buen nivel y el club lo ve así... Aunque no pienso en eso ahora», relató Rahmani.

«Creo que para rendir tengo que pensar sólo en el balón, no sé ni lo que va a pasar mañana en mi vida. Muchas cosas de mi situación no dependerán de mí, solo quiero disfrutar», añadió.

Las ganas de Yanis de jugar, de ofrecer buen fútbol y de colaborar con los compañeros para lograr cuanto antes el objetivo de la salvación se ve claramente jornada tras jornada. Su hambre de gol es indiscutible y es posible que, como ya ha sucedido con otros jugadores, el Málaga CF le sirva de catapulta, quizá para recalar en un equipo de la máxima categoría en España.

No obstante, el extremo incide en que en estos momentos ni sabe ni piensa en otras ofertas, no se quiere «descentrar» de sus tareas para con Pellicer y el resto del buque malaguista.

«Solo pienso en el Málaga y en devolver la ilusión a la afición», porque aunque el coronavirus haya separado a los jugadores de sus aficionados, dejando las gradas vacías y en silencio, en estos meses Yanis ha podido sentir a través de internet el calor de la afición blanquiazul. «La gente está a muerte con nosotros y se merece que le demos alegrías jugando. Eso es lo que yo puedo prometer», remarcó.