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Pellicer arriesgó... y ganó

Ante el Alcorcón, y teniendo en cuenta las bajas, el míster se la jugó con un once novedoso que pese a las dudas surtió efecto - Alexander González, último en llegar al equipo, demuestra partido a partido estar habituado a la dinámica

El conjunto blanquiazul celebra el gol de Chavarría.

El conjunto blanquiazul celebra el gol de Chavarría. / Málaga CF

Mar Bianchi

Mar Bianchi

Pasadas algunas horas de la euforia «in extremis» del Municipal de Santo Domingo, llega el turno de la reflexión y el análisis. Pese a conseguir la ansiada victoria que tanto necesitaba el equipo, el Málaga CF tampoco consiguió brillar frente al Alcorcón, hubo momentos en los que sufrió bastante ante el colista de la categoría y, además, las decisiones de Pellicer en el once inicial y los cambios generaron dudas y controversia. Pero como el mismo técnico destacó tras este último partido, solo con trabajo, trabajo y más trabajo llegan los resultados. A estas alturas de la competición y teniendo en cuenta las numerosas dificultades que el club lleva arrastrando durante los últimos tiempos, más vale ganar 0-1 con un único tiro a portería rival pero sin parar de pelear que conformarse y bajar los brazos cuando las cosas no salen.

Desglosando todo lo ocurrido en esta pasada jornada, lo primero es que Pellicer ha mandado un mensaje para todos y cada uno de los jugadores de la plantilla: nadie es imprescindible. Para derrocar al Alcorcón, un fijo por su buen rendimiento como Yanis Rahmani comenzó el partido en el banquillo y, aunque el conjunto perdió profundidad en ataque sin el francoargelino, el despiste que causó el míster blanquiazul a la hora de saltar al césped rival acabó funcionando. Asimismo, los boquerones se organizaron en una defensa muy compacta, con cinco piezas, poco habitual en las últimas semanas.

En las últimas campañas, el Málaga CF se ha caracterizado por calcar pocos onces titulares y el sábado Pellicer consiguió sorprender a rivales, pero también a los aficionados blanquiazules. Con tan pocos efectivos profesionales como tiene el Málaga, lograr despistar es todo un reto que el míster de Nules consiguió.

Y en una temporada en la que los entrenadores tienen la opción de hacer hasta cinco cambios, Pellicer realizó solo dos y a partir de la última media hora de juego. Temerario u organizado, kamikaze o estudioso cuadriculado del encuentro, hay opiniones para todos los gustos pero, al final, con los tres puntos en el casillero, hay que esperar varias jornadas para comprobar si la revolución del técnico blanquiazul es eficaz o la victoria ante el Alcorcón fue un espejismo.

Nombres propios

Más allá de Pellicer, que arriesgaba mucho después de reconocer toda su responsabilidad en la derrota frente a la Ponferradina, los hombres que se vistieron de corto frente al Alcorcón tienen mucho que decir sobre cómo se consiguió la victoria y hacia dónde tiene que mirar el plantel a partir de ahora para enganchar una racha positiva.

Indudablemente, sin el esfuerzo y la garra inagotable de Chavarría no hubiese llegado el gol en el descuento. Por una vez, fue el Málaga quien dio el zarpazo a escasos minutos del pitido final. El atacante argentino no se rindió y obtuvo, para él y para el equipo, la mayor de las recompensas.

Pero tampoco sería justo dejar atrás a otros futbolistas que destacaron, como fue el caso de Alexander González. El último fichaje del club de Martiricos, que llegó tras la baja federativa de Iván Calero por lesión, se ha adaptado a la perfección a la dinámica malacitana y en cada encuentro que juega avanza en su crecimiento. El sábado, escorado a la derecha, además de cumplir en las labores de contención, colaboró en la salida de balón y de sus pies salieron asistencias peligrosas.

Con humildad, trabajo y sin lanzar las campanas al vuelo, el Málaga CF cada vez logra tener mejor definidos sus puntos fuertes para certificar la permanencia.