Fin a un mercado invernal invisible

De todas los nuevos escenarios en los que se ha visto el Málaga CF en los últimos tiempos, quizá uno de los más sorprendentes haya sido los movimientos en el mercado invernal de fichajes. En este caso, la falta de operaciones y de incorporaciones como tal. La única novedad de este tramo fue la incorporación del venezolano Alexander González a la disciplina costasoleña a finales de diciembre del pasado 2020, antes del inicio del periodo invernal de fichajes, para cubrir la lesión de larga duración de Iván Calero, con su respectiva baja federativa para lo que resta de temporada.

Con 18 fichas profesionales se inició la temporada y con 18 se va a finalizar. Los dirigentes del Área Deportiva del club ya sabían que en estos meses los movimientos de entrada y salida de jugadores en Martiricos iba a ser bien poco. La planificación del equipo se llevó a cabo en verano, lidiando con pocos recursos y priorizando a jugadores libres o cedidos para tratar de conseguir el máximo beneficio con el poco margen de maniobra disponible. La entidad sigue con las mismas limitaciones económicas con las que arrancó el curso y, de no haberse producido la lesión de Iván Calero, es harto probable que la plantilla que logró confeccionarse a inicios de la campaña se hubiese quedado intacta tras esta ventaja de fichajes.

En este periodo, además, ha sido de vital importancia mantener a todos los miembros de La Academia que tanto están aportando en el primer equipo, convirtiendo a algunos miembros del filial en piezas fijas para Pellicer cada fin de semana.

Vista atrás

Hacía mucho que el Málaga CF no incorporaba algún refuerzo de invierno para darle un plus de calidad al equipo, pero entre Manolo Gaspar y el administrador judicial José María Muñoz han llevado a cabo este verano una revolución para sanear las cuentas de la entidad, y los fichajes han sido uno de los puntos en los que más se ha recortado.

Con una situación también delicada, la pasada temporada el equipo fichó a Tete Morente, Sergio Buenacasa y Aarón Ñíguez. De estos tres, el rendimiento del extremo gaditano fue tan notable que le valió un puesto en el recién ascendido Elche y ahora el exmalaguista se codea con la elite nacional.

También han llegado en estas fechas de años anteriores Luis Hernández, Cifu, Iturra, Ideye, el Chory Castro, Nordin Amrabat o Carlos Kameni.

Echando la vista aún más atrás, hubo un tiempo en el que en invierno llegaron grandes estrellas al conjunto blanquiazul. En plena bonanza, a inicio del año 2011, el mítico Martín Demichelis aterrizaba en Martiricos junto a otros jugadores de renombre como Julio Baptista o Maresca. Parece que ha pasado toda una vida.

Sistemáticamente, en la última década el club blanquiazul ha logrado atar a grandes futbolista en invierno. Para encontrar un símil de mercado invernal en blanco como este hay que remontarse hasta la temporada 2003/2004, cuando el equipo dirigido por Juande Ramos militaba en la máxima categoría del fútbol español y el once titular lo solían conformar Arnau en portería, Josemi, Fernando Sanz, Litos y Valcarce en defensa, Gato Romero, Gerardo, Duda y Miguel Ángel en el centro del campo y Salva Ballesta y Edgar en punta.

Aquel curso, el conjunto blanquiazul acabó en una cómoda 10º posición en la tabla. Tiempos muy diferentes en los que la única similitud con la actualidad es la falta de caras nuevas.