Antecedentes

Sporting y El Molinón, sinónimos de buenos recuerdos para el Málaga CF

En 2017, en el campo gijonés comenzó una racha de buenos partidos tras la llegada de Míchel

El Málaga CF de la 16/17 ganó en El Molinón y, tras esos tres puntos, encadenó las victorias necesarias para la permanencia. | LALIGA

El Málaga CF de la 16/17 ganó en El Molinón y, tras esos tres puntos, encadenó las victorias necesarias para la permanencia. | LALIGA / l.o. Mar Bianchi

Mar Bianchi

Mar Bianchi

Hay que intentar buscar el lado positivo de las cosas, también en el seno de un Málaga CF mermado anímicamente por los últimos resultados cosechados y con la necesidad deportiva de tomar impulso para certificar lo antes posible la permanencia. Los de Martiricos han empezado la segunda vuelta de la competición con el pie izquierdo, pero cada fin de semana tienen la oportunidad de revertir la situación. Aunque, todo sea dicho, este giro de 180º se está haciendo de rogar.

El encuentro de este domingo tendrá una altísima exigencia, pero es cierto que el Sporting de Gijón en general y el césped de El Molinón, en particular, evocan buenos recuerdos para el conjunto blanquiazul.

El primero, y más reciente, fue el encuentro del pasado 22 de octubre, en la séptima jornada del curso. En La Rosaleda, los de Pellicer con gol de Juande certificaron una labrada victoria que los colocaba quintos en la tabla de Segunda División. El buen inicio de los malacitanos ha ido decreciendo, hasta el punto que esa victoria en casa, lograda hace más de 100 días, fue la última hasta la fecha. Tres puntos ya lejanos con los que el equipo subraya el debe que aún tiene con los enfrentamientos en los que juega como local.

Esta semana, los asturianos recibirán al Málaga en una más que cómoda cuarta posición pero sin opción de flaquear, ya que este curso los puestos de ascenso también están muy cotizados y hay un triple empate a puntos entre los equipos que, a día de hoy, jugarían el play off.

El Molinón, punto de inflexión

Las visitas al campo de Gijón siempre son comprometidos duelos entre dos históricos del fútbol, independientemente de la categoría. Uno de estos enfrentamientos, con un Málaga en horas muy bajas, constituyó ese ansiado cambio de chip que llega a raíz de una victoria. Un buen espejo en el que mirarse ahora.

Era 2017, ambos equipos estaban en la máxima categoría, pero los blanquiazules buscaban consolidarse con su tercer entrenador del curso, cuando Míchel llegó para sustituir a Romero, que antes había sustituido a Juande Ramos. Aquel encuentro acabó 0-1 gracias al tanto firmado por Sandro en el minuto 39 y se convirtió en la primera victoria con Míchel en el banquillo blanquiazul.

La situación era parecida a la actual para los boquerones que, en el puesto 15º, luchaban por lograr cuanto antes la permanencia en la categoría. Por su parte, al Sporting en 18º lugar se le escapaba salir de los puestos de descenso a Segunda B

A partir de aquel momento, el crecimiento del Málaga fue espectacular. La jornada siguiente logró imponerse 2-0 al FC Barcelona y, aunque justo después tropezase con el Dépor en Riazor, en las semanas siguientes encadenó tres victorias consecutivas frente a Granada, Sevilla y Celta de Vigo. Así se mantuvieron en una estable 11º posición para afrontar los últimos encuentros de la temporada con calma, empatando con la Real Sociedad y perdiendo ante el Real Madrid.

Mucho ha llovido desde ese momento, no queda nada en el césped de los autores de aquella machada a raíz del partido en Gijón. En cambio, la actual plantilla tiene aquí un ejemplo en el que agarrarse y motivarse. Qué mejor que una remontada blanquiazul paras marcar el camino de aquí a final de curso.