El Málaga CF mira de reojo la parte baja de la clasificación

Que no cunda el pánico: la situación del Málaga CF empieza a ser comprometida, pero aún hay margen de mejora y un mínimo colchón de puntos (6) para que el equipo siga construyendo y creciendo de cara al objetivo único de la campaña, la permanencia en la categoría de plata. 

No obstante, con peor o mejor planteamiento de los partidos, la racha del conjunto de Pellicer da lugar a dudas. Aparte de la victoria in extremis en Alcorcón, sin más tiros a portería rival que el del gol de Pablo Chavarría, en lo que llevamos de 2021 el equipo lleva tres derrotas, dos empates, además del pase copero ante el Oviedo y la posterior eliminación frente al Granada, en Primera y vivo en Europa League. Independientemente de la naturaleza del rival y de la competición, cada falta de concentración del equipo y cada cesión en defensa se acaba convirtiendo en peligro para el rival. Así llegó el pasado domingo el tanto de Djuka a inicios de la segunda mitad, después de haber dominado y tenido serias ocasiones en los primeros 45 minutos. A esto hay que sumarle una falta de eficiencia en los últimos metros de campo. La salida de balón ha mejorado, los blanquiazules logran ser verticales con Joaquín Muñoz y Yanis Rahmani por banda, pero en área rival sigue faltando el salto de la calidad que lleve al Málaga CF a empezar a sumar de tres y con un juego contundente desde pitido inicial hasta la conclusión de los 90 minutos.

Todo este cóctel desemboca en el que el conjunto de Martiricos haya sacado solo seis puntos de los últimos 27 disputados. Además de la ya conocida mala racha cuando se juega en La Rosaleda, que sigue aumentando y que este fin de semana supondrá una nueva e importantísima prueba, ante otro hueso duro de roer como el Rayo Vallecano, otro club en la pugna por asentarse en los puestos de play off, en busca ser equipo de Primera División el próximo curso.

En estos momentos, el equipo tiene que lidiar con todo esto, aunque también hay que sumarle el normal nerviosismo derivado de la situación y alguna que otra decisión arbitral que siempre acaba perjudicando a los malacitanos. En la última jornada, fue la falta de compensación en el tiempo añadido después de que el juego quedase un par de minutos detenido por la lesión de un miembro del Sporting de Gijón. No obstante, en el seno blanquiazul no quieren buscar excusas y afrontan la semana de trabajo con la satisfacción de que el grupo ha experimentado una leve mejoría con respecto a jornada anteriores. 

Una de estas mejoras se vio ante el propio Sporting. Pese a la derrota, el once presentado por Sergio Pellicer y la primera parte del encuentro pueden sentar las bases de un Málaga CF más próspero y con hambre. De atrás hacia adelante, Alexander González y Matos aportan verticalidad y apoyo para la salida de balón, en la medular la ausencia de Luis Muñoz dio paso a la pareja entre Escassi y Jozabed. Era la primera vez que el paleño y el de Mairena del Alcor ocupaban de inicio el centro del campo y cumplieron con creces sus funciones. En ataque, Caye Quintana sigue atascado, Yanis y Joaquín Muñoz corriendo y colaborando en fase ofensiva, y Chavarría -quizá algo solo en la punta- se alza como único delantero centro efectivo para Pellicer. Es el momento de explotar estos brotes blanquiazules y aminorar lo máximo posible los errores que acaban costando puntos. 

En esta línea, es posible que después de numerosas semanas Pellicer recupere a una pieza importante, aunque entre algodones: Hicham. El canterano marroquí está poco a poco volviendo al trabajo grupal con el resto de sus compañeros, pero la cautela debe ser máxima después de varias lesiones y recaídas. 

Así que en estos días convulsos, más vale agarrarse a lo poco bueno que llega a la entidad de Martiricos para que no decaigan los ánimos. Queda mucha tarea por delante.