Historia

Málaga CF -Tenerife: recuerdos de un ascenso inolvidable

Malaguistas y chicharreros se citan este domingo en choque liguero en La Rosaleda, mismo escenario en el que ambos equipos jugaron en 2008 un partido que llevó al equipo blanquiazul de Juan Ramón López Muñiz a Primera División

Imágenes del día que el Málaga CF logró el ascenso a Primera División frente al Tenerife en La Rosaleda. | CARLOS CRIADO

Imágenes del día que el Málaga CF logró el ascenso a Primera División frente al Tenerife en La Rosaleda. | CARLOS CRIADO / Andrés Salas

Andrés Salas

El Málaga CF afrontará este domingo un encuentro que se presume igualado ante el Tenerife. Los boquerones, con la moral subida tras las dos victorias consecutivas y con la confianza de vuelta en La Rosaleda, se enfrentarán al equipo entrenado por Luis Miguel Ramis y que solo tiene un punto menos (39). Los canarios llegan a la capital de la Costa del Sol, donde no ganan desde 1987, en un partido que puede servir para que los de Pellicer se enganchen definitivamente a la zona alta de la clasificación.

Hay ocasiones en las que echar un ojo a la memoria colectiva sirve para levantar los ánimos y afrontar el partido con todavía más ambición. Desde luego esta es una de ellas, ya que en un Málaga-Tenerife hace casi 13 años significó una de las gestas más memorables de la historia reciente del malaguismo: el regreso a la élite del fútbol español. Fue en la temporada 2007/2008. A partir de aquel ascenso arrancó una época dorada que llevó al equipo a asentarse en la elite e incluso a jugar la Champions en aquella inolvidable campaña 2012/13.

Todo lo bueno que pasó en la etapa de Pellegrini fue posible gracia a aquel partido que se jugó en una calurosa tarde del 15 de junio de 2008. La Rosaleda se vistió de gala para animar al Málaga y lograr el ansiado ascenso a Primera División, tras dos años en la categoría de plata. Por aquel entonces el entrenador del combinado malacitano era Juan Ramón López Muñiz, y el equipo venía de haber permanecido las 41 jornadas previas en puestos de ascenso. Aun así, cumplir con las aspiraciones de los boquerones no sería fácil, ya que Sporting y Real Sociedad también tenían opciones de unirse al Numancia y subir de categoría.

Ese día el Málaga contó con jugadores sobre el verde de Martiricos tan míticos como Valcarce, Antonio Hidalgo, Hélder Rosario o Baha, y otros no tan conocidos por aquel entonces, como Eliseu, Weligton o Jesús Gámez, que se convertirían en piezas fundamentales en la nueva era del club que estaba por comenzar.

Fue un partido intenso y emocionante. El control de los blanquiazules fue claro desde el comienzo del partido, pero la pelota no entraba y los minutos pasaban. Esto no evitó que La Rosaleda fuera una fiesta y que, además de animar constantemente, se celebraran como propios los resultados favorables que se iban dando en los otros campos y que acercaban más al Málaga a alcanzar su sueño.

Finalmente los goles llegaron. Antonio Hidalgo, héroe de la temporada y también de aquella tarde, marcó primero al borde del descanso y posteriormente en el minuto 69. Este doblete del catalán (ahora entrenador del Sabadell) ante su ex equipo sirvió para que los tres puntos se quedaran en casa y se certificara el regreso a la elite. La alegría se desató en el estadio y, antes incluso de que acabara el encuentro, parte de la afición saltó al campo al concluir en empate el partido que disputaba la Real Sociedad en Anoeta y que certificaba matemáticamente el ascenso de los boquerones.

El juego se tuvo que reanudar ya que faltaban 30 segundos más el añadido. Al borde del pitido final llegó el gol de Nino para el Tenerife, que cerraba el 2-1 definitivo. El partido acabó y la emoción se desató en Martiricos con una segunda invasión -esta vez definitiva- al campo y una posterior celebración por todo lo alto en la capital costasoleña. El sueño se había cumplido, el Málaga volvía a Primera.

El equipo de aquella temporada se formó a coste «cero». El club venía de un curso anterior en el que sufrió para mantener la categoría, por lo que Muñiz hizo un lavado de cara a la plantilla y formó un grupo sólido que, en palabras de Weligton, era «una familia». Aquel Málaga se parece mucho al actual, reestructurado desde dentro tras una larga tribulación que concluye con el aparente fin de la era Al-Thani.

El objetivo principal de este Málaga CF 20/21 es alcanzar la salvación, pero recordar gestas como la de aquel 15 de junio de 2008 sirve para tener claro que con trabajo duro, un gran vestuario y el apoyo de la afición -esta vez de forma virtual- se pueden conseguir grandes cosas, aunque sea con los pies en el suelo.