Caballero, Rondón y Ontiveros, tres fichajes que se quedaron en el limbo

Una de las múltiples enseñanzas que nos ha dejado esta ventana de fichajes es que diga lo que diga un dirigente hay que fijarse en la mirada, esa no engaña. La sonrisa de Manolo Gaspar después de decir que el fichaje de Ontiveros era «casi imposible» estuvo a punto de convertir ese imposible en realidad si el mismo futbolista no hubiese cambiado de opinión de manera repentina y con todo ya cerrado.

Por eso durante algunas semanas la afición comentaba los posibles y románticos regresos de futbolistas que dieron años atrás tantos buenos momentos en La Rosaleda. Uno de ellos, quizá el que más emoción podía despertar, fue el cancerbero Willy Caballero. Fue el sueño de una noche verano porque las condiciones de su incorporación al plantel blanquiazul eran bastante complicadas. A sus 39 años, este verano el portero del EuroMálaga cerró su etapa en el Chelsea, último campeón de la Champions League. Al saber que estaba sin equipo, en las oficinas de La Cueva tantearon su posible regreso pero la operación se antojaba bastante complicada teniendo en cuenta las limitaciones de la entidad y el hecho de tener ya en nómina a un profesional totalmente adaptado al ritmo del club como Dani Barrio.

Otro nombre en las quinielas blanquiazules era Salomón Rondón, a priori aún con contrato en el Dalian Professional de la liga china. El venezolano hizo algún que otro guiño al club malagueño pero en las últimas horas del mercado acabó firmando por el Everton por dos años con opción a tres y totalmente desvinculado del Dalian. Competir con una oferta de Premier League sí que se antojaba un imposible.

En el caso de Ontiveros, a lo largo de esta mañana Manolo Gaspar dará todas las explicaciones pertinentes. El jugador marbellí fue presentado anteayer en Pamplona y aseguró no haber cerrado nada con la entidad de Martiricos y por ello decidió en última instancia quedarse en un equipo de Primera como es esta temporada Osasuna.

Al final, el último «ex» que ha vuelto a casa en Antoñín. El canterano no quería otro destino que no fuese Málaga si se quedaba sin sitio en el conjunto nazarí. Dicho y hecho.

Novedades con Luis Hernández

El verano pasado y con el ERE de por medio, Luis Hernández era despedido de la disciplina blanquiazul. Siendo uno de los capitanes por aquel entonces, en aquellos inicios de la reestructuración económica en Martiricos no podían asumir su ficha.

Una vez se materializó su despido, el jugador denunció al Málaga CF y además pidió una indemnización de 4,5 millones. Una cantidad también fuera del alcance para la entidad.

No obstante, en el día de ayer Cope Málaga adelantó que el juez que llevaba el caso declaró procedente el despido del jugador madrileño y, por ende, no tendrá que abonar la indemnización requerida por Luis Hernández.

Una muy buena noticia a nivel económico y societario para un club que empieza a ver la luz después de épocas de penumbra e inestabilidad. Todo parece atado, solo queda que en la parcela deportiva el equipo siga sumando y compitiendo a buen nivel.

Aforos

El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas acordaron este miércoles elevar el aforo máximo permitido en los recintos deportivos que albergan partidos de LaLiga de fútbol y de la Liga Endesa de baloncesto hasta el 60 por ciento en los abiertos y el 40 en espacios cerrados, informaron a Efe fuentes autonómicas.

Los clubes andaluces de Primera podrían acoger a casi 36.000 espectadores en el caso del Benito Villamarín, a cerca de 25.000 en el del Ramón Sánchez-Pizjuán, a algo más de 14.000 en el del Nuevo Los Cármenes y a unos 12.000 en el del Nuevo Mirandilla de Cádiz. En el inicio de la competición, con el aforo limitado al 40 por ciento, al estadio del Betis sólo pudieron acceder 23.745 abonados, al del Sevilla algo más de 16.000, al del Granada 7.100 asistentes y al del Cádiz unos 8.000.

Los mismos niveles del 60 por ciento de ocupación, que tendrán vigencia durante todo septiembre, regirán para los partidos de LaLiga SmartBank (Segunda división) del Almería, con un máximo de alrededor de 9.000 espectadores de su aforo total de 15.000, y del Málaga, con unos 16.000 de su capacidad total de 30.000.

En el caso de los equipos andaluces de la Liga Endesa, los pabellones del Unicaja y del Coosur Real Betis podrán acoger sólo el 40 por ciento de su aforo, lo que equivale a un máximo de unas 4.400 personas en el caso del club malagueño y de unas 3.000 en el del sevillano.

El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud aprobó estas medidas ante las cifras de vacunación en España, que alcanzan ya el 70% de la población, y los datos decrecientes de contagios en la quinta ola de COVID-19, que este miércoles bajó hasta los 221 casos por 100.000 habitantes.

Estos máximos de ocupación tendrán vigencia durante todo el mes de septiembre. El acuerdo incluye una mención expresa al uso de mascarillas durante los acontecimientos deportivos.