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Reválida del Málaga CF en Gijón

Los de José Alberto López, que se enfrentará al que fue su equipo hasta hace dos cursos, buscan en El Molinón recuperar su estilo y su garra tras el fiasco de Ponferrada - Luis Muñoz, Isma Casas y Sekou Gassama viajaron con el grupo

Los blanquiazules quieren resarcirse tras la última derrota.

Los blanquiazules quieren resarcirse tras la última derrota. / Málaga CF

Mar Bianchi

Mar Bianchi

Esta tarde hay mucho más que tres puntos en juego en el verde de El Molinón. Sigue siendo solo la séptima de un largo recorrido de 42 jornadas, pero el Sporting no quiere bajar el ritmo para continuar en la parte noble de la tabla tras el tropezón ante el Eibar y el Málaga CF necesita recuperar sensaciones después del contundente 4-0 que recibió la semana pasada en Ponferrada.

Este encuentro, además, tiene muchos matices que van más allá de lo que suceda en el verde durante los 90 minutos de juego: José Alberto regresa a su tierra y al equipo que le vio crecer como entrenador desde el juvenil A en 2014 hasta el primer equipo entre la 18/19 y la 19/20. Fueron 53 los encuentros oficiales en el banquillo del Sporting de Gijón entre campeonato de Segunda División y Copa del Rey. Antes de dar el salto al Mirandés, logró una 13º posición final en una temporada en la que el conjunto blanquiazul quedó justo por debajo, con un punto menos en su casillero.

Elija quien elija José Alberto para ocupar la portería malaguista tendrá pasado en el club gijonés. Tanto Dani Barrio como Dani Martín, ambos asturianos, han pasado el por el club: Barrio hasta el filial y Martín hasta el primer equipo.

Y es que será un partido plagado de reencuentros dentro y fuera del terreno de juego. Aunque, sin duda, lo que más ansía el equipo malacitano será reencontrarse con el estilo, la verticalidad y el poder ofensivo que brilló por su ausencia en El Toralín de Ponferrada. Desde el pitido final de aquel encuentro, tanto jugadores como cuerpo técnico y hasta Manolo Gaspar han hecho autocrítica, el mismo entrenador aseguró que el equipo que se vio la pasada jornada fue «irreconocible». Por eso más que nunca el partido de esta tarde se antoja de gran importancia para dar un golpe sobre la mesa y demostrar que el Málaga CF es mucho más y que todavía tiene un mayor margen de mejora. Aunque nadie se atrevido a poner un objetivo fijo, mejorar los números de la pasada temporada es obligatorio y, de momento, José Alberto no supera los números que logró Sergio Pellicer a inicios de la pasada campaña.

La intención del Sporting es similar a la del conjunto de Martiricos, pero su segundo puesto en la tabla significa un peligro añadido. «Por el perfil de los jugadores y por el bagaje que tiene el equipo respecto al año pasado podíamos dar un paso más», ha explicado el propio míster rojiblanco en las últimas horas. Así que los blanquiazules tendrán que estar ojo avizor y no deberán reducir al máximo las ocasiones de desconexión que tanto les están penalizando.

También tendrán que tener en cuenta que el estadio de Gijón puede superar los 14.000 espectadores esta tarde. Otro contra con el que deberán lidiar los blanquiazules en su mala racha como visitantes.

Trabajo semanal a buen ritmo

Pero después del bajón del domingo pasado, el Málaga CF ha tratado reponerse a base de trabajo, trabajo y más trabajo. La gran noticia es que, salvo sorpresa de última hora, Luis Muñoz regresará a la medular malagueña para dominar el juego apoyado de Escassi, dos piezas fundamentales en este equipo.

Lo único que queda en el aire es saber si Sekou Gassama disfrutará de sus primeros minutos como blanquiazul. El delantero ha entrenado a buen ritmo con el grupo y ha viajado a tierras asturianas. «Está bien para jugar, veremos si no pasa nada. Tiene ganas de ayudar al equipo y demostrar sus características», advertía ayer José Alberto. Falta hace.