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Primer partido sin Luis Muñoz: ¿Y ahora qué?

José Alberto pide a los demás jugadores que den un paso al frente - En el club no creen que haya nada ahora que mejore lo que hay, por lo que se esperará al mercado invernal

El futbolista de Nueva Málaga, durante el encuentro del pasado fin de semana en El Molinón

El futbolista de Nueva Málaga, durante el encuentro del pasado fin de semana en El Molinón / LaLiga

Mar Bianchi

Mar Bianchi

En esta última etapa de su historia, el Málaga CF se está sacando un máster en gestión de crisis. Un presidente ausente, una administración judicial, un ERE en la plantilla, límites salariales bajo mínimos y dos lesiones de larga duración en el primer equipo el curso pasado. Ahora que el club ha ganado solvencia y estabilidad, que el mercado de fichajes ha sido mucho más tranquilo y que los presupuestos han aumentado, el conjunto de Martiricos se tiene que enfrentar al varapalo de perder a uno de sus capitanes y grandes baluartes en el terreno de juego para casi o todo el resto de la temporada.

Ayer se confirmaron los peores presagios después de que el pasado jueves Luis Muñoz se retirase del entrenamiento con sensaciones poco halagüeñas. Durante esa tarde se le realizaron diferentes pruebas que determinaron que sufre una rotura parcial del cruzado anterior y un leve esguince del ligamento lateral interno de su rodilla. Una lesión que lo tendrá apartado de los terrenos de juego entre siete y ocho meses y que le obligará a pasar por quirófano en los próximos días.

Todos los jugadores son piezas importantes dentro del puzzle de un equipo profesional, pero es que justamente Luis Muñoz ha sido uno de los inamovibles, de los fijos en los esquemas de José Alberto López. El verano de 2020, cuando el jugador tenía que pasar a filial a profesional, Manolo Gaspar hizo encaje de bolillos para que el futbolista de Nueva Málaga pudiera ser inscrito sin problemas en LaLiga. La confirmación de que la apuesta del club con Muñoz era de presente y futuro. Tanto es así, que el jugador acabó luciendo el brazalete de capitán.

En las jornadas que llevamos de esta temporada, el malagueño ha sido uno de los jugadores que más minutos ha jugado con la camiseta blanquiazul. En este arranque liguero, solo se perdió el choque ante la Ponferradina, tras recibir un leve golpe en su tobillo derecho en el duelo ante el Girona. El resto, 90 minutos ante Mirandés, Alcorcón, Girona y Sporting, 81 ante el Ibiza y 76 frente al Almería, un total de 517 minutos en siete jornadas.

Futuro incierto

La gran duda de los próximos días será saber si en La Cueva buscan un sustituto para Luis Muñoz (no parece probable, pero no se puede descartar) o reorganizan la plantilla para dar minutos a jugadores del centro del campo que por ahora no han tenido tanto protagonismo. A juzgar por las palabras de José Alberto López en el día de ayer o de Manolo Gaspar al término del mercado estival, es posible que el club no haga uso de esa ficha disponible que otorga LaLiga ante una baja de más de seis meses.

«Siempre que formas un nuevo proyecto te centras en los jugadores importantes para rodear al equipo. Hay que recomponer la idea y hemos formado una buena plantilla para competir. Manolo ha mirado la posibilidad de incorporar algún jugador, pero no mejora lo que tenemos. Hay gente en el equipo que tiene que dar un paso adelante. Nunca es bueno entrar por una lesión de un compañero, pero así puede mostrar el nivel que tiene», sentenciaba ayer el entrenador asturiano.

Una frase similar a la que dijo el propio dirigente paleño cuando acabó la ventana de fichajes y afirmó que no traería a nadie que no mejorase lo ya presente en la plantilla costasoleña. También cabe destacar que tras el acuerdo entre LaLiga y CVC el Málaga CF disfrutó de una inyección de dinero y aún le queda un buen porcentaje disponible. Dinero que se podría usar para traer un recambio de garantías, solo si en La Cueva diesen con un jugador que supere a los que ya visten la elástica malaguista.

Hay varios nombres a tener en cuenta como los de Ramón Enríquez, Jozabed o Genaro. Los dos primeros ya son conocidos en la casa y se sabe las capacidades que tienen y lo que aportan cuando están en su mejor nivel. Genaro también llegó con buen cartel, pero necesita minutos para explotar y demostrar de lo que es capaz. Ahora más que nunca, el equipo debe ser una piña en la que la cooperación sea la máxima dentro y fuera del terreno de juego.