El banquillo del Málaga CF no produce

En el fútbol actual, donde se permiten hasta cinco cambios, es fundamental que el entrenador acierte con los movimientos y los hombres que salen de refresco aporten o sean incluso capaces de cambiar partidos que marchan en contra. Los técnicos tienen la posibilidad de sustituir a la mitad de sus jugadores de campo y esta faceta se ha convertido en fundamental para decidir encuentros en los minutos finales. Y esto, precisamente, es una de las cosas que le está faltando al Málaga CF en este arranque de temporada. El sábado, una vez más, los jugadores de ataque que salieron desde el banquillo no estuvieron al nivel de sus compañeros titulares y el conjunto blanquiazul fue incapaz de rematar la faena en las postrimerías del choque.

Con el partido 1-1 contra el Zaragoza tras los goles en el primer tiempo de Brandon Thomas y Narváez, José Alberto agitó la coctelera en busca de llevarse los tres puntos en el tramo final, pero sus apuestas no funcionaron. Los dos primeros cambios fueron obligados en el descanso para evitar que Genaro y Javi Jiménez vieran una segunda amarilla. En su lugar entraron Escassi, habitualmente titular, y Braian Cufré. El lateral argentino ha sido relegado al banquillo por el buen momento de Jiménez, y frente al Zaragoza se volvió a demostrar por qué. El defensa cedido por el Mallorca no estuvo a la altura de su compañero, apenas generó en ataque y tuvo más dificultades en defensa.

A mediados de la segunda parte, el míster blanquiazul hizo otro doble cambio. Introdujo a Jairo por Kevin y a Sekou por Roberto. Pues ninguno de los dos fue capaz de mejorar lo que ofrecieron los canteranos blanquiazules. Jairo está totalmente desconectado. Estuvo varios partidos sin disfrutar de ningún minuto y ahora que vuelve a la rueda no está haciendo méritos para tener más presencia. Ni punto de comparación con Kevin, que fue un auténtico tormento para la defensa rival hasta que fue sustituido. Sekou, por su parte, ya dejó ver algo de lo que puede aportar al equipo en el juego aéreo y en la lucha con los centrales, pero de momento está lejos del delantero que necesita este equipo. Y, por supuesto, a un mundo de lo que está aportando Roberto. Aunque el caso del hispano-senegalés es diferente al venir de lesión y estar cogiendo ritmo poco a poco.

El último cambio del encuentro del sábado fue Antoñín por Ramón. José Alberto retrasó a Jozabed y lo alejó de la zona de tres cuartos, donde realmente hace daño, para colocar al de La Palmilla en banda y jugar con Brandon y Sekou arriba. Este movimiento cambio de cromos tampoco consiguió un efecto positivo en el equipo. Antoñín sigue sin mostrar el nivel que ofreció en su primera etapa en el club y ahora mismo está en la rotación por detrás de jugadores como Kevin, Brandon o Paulino de la Fuente, que se perdió este último partido por sanción.

No es la primera vez que el Málaga termina una partido este curso desordenado, revolucionado y superado por el rival. Tras 65-70 minutos muy buenos y con el equipo buscando la portería rival, el último tramo, ya con los cambios sobre el césped, fue un despropósito. El conjunto de Martiricos por fin esta temporada puede contar con una plantilla amplia, pero es necesario que la mayoría de los futbolistas estén enchufados si realmente se pretende luchar por algo más que asentarse en mitad de tabla.