Kevin dirigió la orquesta blanquiazul en la enésima fiesta en La Rosaleda

Todo el que viene de fuera y aterriza en Martiricos queda embelesado con la comunión que existe entre la afición malaguista y los jugadores. Los de la casa ya lo saben y siguen fomentando ese buen clima y los que llegan nuevos en verano se adaptan a las mil maravillas al ambiente sano que se vive en el vestuario y en los partidos del primer equipo.

En los últimos encuentros en La Rosaleda, para celebrar los buenos resultados algún que otro miembro del equipo se ha desplazado hasta la Grada de Animación para, micro en mano, dirigir por una parte a los seguidores blanquiazules y por otra a los jugadores formados en línea frente a ellos.

En el penúltimo encuentro en casa fue el delantero Brandon Thomas el que tomó las riendas de la celebración. Ayer fue el turno del canterano Kevin Medina, un jugador que está viviendo un momento de dulce en el primer equipo y que muestra las mismas ganas de jugar y de comerse el terreno de juego que de saltar junto a sus compañeros después de un trabajo bien hecho.

Esta es la respuesta a los grande números que está cosechando el conjunto de José Alberto en lo que llevamos de temporada cuando se juega de La Rosaleda. "La afición nos ha llevado en volandas", aseguraba el míster anoche, y estas imágenes son la prueba definitiva de ello.