Banquillo

José Alberto, sí; José Alberto, no

El malaguismo sigue dividido entre quienes exigen o no la destitución del entrenador asturiano

José Alberto vuelve a estar en el punto de mira de buena parte de la afición malaguista.

José Alberto vuelve a estar en el punto de mira de buena parte de la afición malaguista. / Gregorio Marrero

Fran Extremera

Fran Extremera

Otro partido horrible del Málaga CF en La Rosaleda, ese feudo que hasta el 5 de diciembre se mantuvo invicto. La "manita" encajada ante el Ibiza este sábado ha terminado por agotar la paciencia de una amplia cuota de aficionados. Y ya hay una mayoría que exige la inmediata destitución de José Alberto López.

Como suele ocurrir cuando un equipo encadena una mala racha de resultados, la presión siempre recae en el entrenador. Y al asturiano le han llovido las críticas en las últimas horas, especialmente dañinas cuando algunos seguidores malaguistas utilizan las redes sociales para expresarse.

No obstante, al preparador asturiano le queda crédito. Y así lo atestiguan algunos peñistas consultados por este periódico en un domingo negro por el fallecimiento de Antonio Benítez, leyenda del club. La actual situación clasificatoria, a mitad de tabla y con la promoción a tiro si se encadenan un par de buenos resultados, avalan la continuidad del técnico.

Además, José Alberto sabe que tiene los dos próximos partidos lejos de La Rosaleda y ante rivales peor situados en la clasificación. Qué mejor reválida para reafirmarse como principal apuesta de un club que tradicionalmente, como garantía para él, no suele acumular muchos cambios en el principal banquillo malaguista.

Con un balance liguero de ocho victorias y siete empates, por nueve derrotas, en un total de 24 jornadas, los números son especialmente negros en defensa. Con las cinco dianas encajadas el pasado sábado, para un total de 35 en lo que va de competición (por 23 goles a favor) los rivales saben que tienen ante sí a un rival tocado en la zaga

Asimismo, sólo ha sumado 1 punto en sus cuatro últimos partidos jugados en el templo de Martiricos. Eso es lo que ha desatado todas las tensiones por parte de los aficionados. Ya hubo cánticos contra José Alberto en la derrota por 0-2 ante el Leganés, el 18 de diciembre, que suponía la segunda consecutiva después de meses sin perder en casa.

Luego vino el empate a dos frente al Sporting, en el segundo choque de este año, y el mazazo del 0-5 frente al Ibiza ha marcado un punto de inflexión para muchos seguidores malaguistas. A diferencia de lo que ocurría en la primera fase de esta campaña, ahora el Málaga CF tiene la necesidad de sumar fuera lo que no consigue ante su público. Ya ocurrió con el triunfo en Alcorcón (0-1), que siguió al parón navideño y a ese 0-2 frente al Leganés.

Paradójicamente, José Alberto está llamado a sacudirse la presión con una nueva victoria a domicilio frente a su anterior escuadra, el Mirandés. El próximo domingo y a partir de las 18.15 se medirá el Málaga CF a un rival que acumula cinco puntos menos, pues ha logrado una victoria menos y dos derrotas más en lo que va de Liga SmartBank.

La siguiente visita será a Zaragoza, donde la afición también demanda cambios urgentes. Hubo una sonora pitada este pasado sábado, contra la gestión de quienes están al frente del histórico club maño. Un ambiente que invita al optimismo, porque los malaguistas tendrán enfrente a un conjunto que ha cosechado apenas cinco victorias en 24 jornadas. Es el rey del empate, pues ha acumulado 13 (por delante de los 12 del Amorebieta).

José Alberto tiene dos semanas por delante, hasta ese sábado 5 de febrero en el que rinda visita a Zaragoza (18.15), para ganar un crédito en forma de puntos que le mantenga sólido en el cargo. Sobre todo porque el siguiente fin de semana recibirá a uno de los firmes candidatos al ascenso, un Almería que amenaza con volver a poner "orquesta de viento" en las gradas de La Rosaleda. Más de la mitad de los aficionados empiezan a mostrar su hartazgo, mientras que el resto aún dan crédito a un entrenador al que, en su defensa, poco o nada le han ayudado las bajas por lesión de algunos de sus principales puntales.